Feijóo sigue apostando por el apocalipsis y el ariete como única solución para España

A la vista de sus últimas declaraciones y de los cambios realizados por Feijóo en su equipo, todo indica que el gallego va a seguir por la senda de la crispación, olvidando ya definitivamente aquel talante dialogante y de trabajo por España que prometió cuando ocupó el puesto del anterior presidente. La defenestración de Pablo Casado  por la ventana de Génova es un capítulo, por cierto, en el que faltan muchas incógnitas por desvelar, entre el escándalo del pelotazo del hermano de Ayuso y el escándalo del supuesto espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Es obvio que quienes mandan en el PP apostaron por la actual presidenta madrileña.

Todo apunta a que, lejos de aquel talante de concordia con el que llegó Feijóo, se consolida la línea dura marcada por Aznar a Génova y, en el mismo sentido, por su alter ego, Miguel Ángel Rodríguez, en el entorno de Ayuso. 

Tendremos pues que soportar una escalada más en la estrategia ya de por sí muy exagerada del apocalipsis de España, el todo va mal, todo es un desastre hasta que vengan nuestros salvadores a rentabilizar el dinero público.

De momento, la estrategia va dando resultados relativos. El PP sube en las encuestas, pero hay que recordar que esas mismas encuestas le daban holgada mayoría absoluta con Vox. Una de dos, o eran falsas o algo exageradas, o bien una gran mayoría de votantes de la España variada se dieron cuenta de la estrategia y no picaron en el anzuelo del “gobierno ilegítimo”, la “demolición de la Constitución”, ETA, o “la tiranía”. Es muy probable que la excesiva teatralización de su guion pase del drama a la comedia y que, finalmente, los ciudadanos se olviden del escenario de crispación y se centren en la realidad, en las medidas reales del gobierno como la subida de las pensiones o las mejoras en la prestación por desempleo, es decir, el apoyo del Gobierno de Sánchez a las necesidades reales de las personas.

Es probable que una mayoría de los ciudadanos descubra que no va a apoyar a quien viene a salvarnos del apocalipsis por la sencilla razón de que se trata de un argumento tantas veces repetido que pierde fuelle y se convierte en una ridiculez: nada está bien hasta que nosotros ganemos las elecciones, así de simple.

Porque otro de los defectos de la estrategia de la confrontación permanente es que se echan de menos soluciones reales a los problemas en vez de lupas, insultos y descalificaciones.

En su guerra particular, el PP y Vox cuentan además con un ejército y material suficiente como el que se utilizaba en la Edad Media para romper por la fuerza las puertas de murallas y castillos, catapultas, trabuquetes o arietes, un ejército conformado por medios de comunicación, que son el altavoz del apocalipsis y otros estamentos que les apoyan, aunque no deberían hacerlo de forma tan obvia si pretenden preservar la independencia y que no se resienta aún más su débil imagen de imparcialidad.

Por supuesto que, en esta estrategia de la catapulta, no piensan modificar la composición del Consejo del Poder Judicial que ya lleva cinco años caducado, incumpliendo el PP otro de sus principales arietes contra el gobierno: la Constitución.

elObervadorDCLM