Felicidades: Castilla-La Mancha ya no será el basurero nuclear de España

Pensé que era una inocentada, pero es verdad, una magnífica realidad. Han tenido que pasar doce años para que al fin se haya paralizado la construcción del cementerio nuclear que albergaría, durante 80 años, los residuos de toda España en el pueblo conquense de Villar de Cañas.

Fue una de las decisiones políticas (y seguramente con grandes intereses económicos detrás), que adoptó María Dolores de Cospedal cuando era presidenta de la región, escuchando la solicitud realizada por el alcalde del pueblo, José María Saiz, la voz de su ama.

El líder socialista en Cuenca, Luis Carlos Sahuquillo, ha señalado que, “si el presidente del Gobierno fuese Feijóo con el apoyo de Abascal, el cementerio nuclear sería una realidad. Gracias a que el presidente es Pedro Sánchez y ha escuchado a Emiliano García-Page, se ha parado definitivamente este proyecto”. 

Lo damos por hecho, pero han sido doce años de protestas de la Plataforma contra el cementerio, de la Junta de Comunidades, del PSOE, de medios de comunicación como DCLM y un gobierno que no es del Partido Popular, los que entre todos hemos conseguido librarnos de una peligrosa amenaza. En este medio fuimos informando sobre la evolución del proyecto y sus implicaciones.

El gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado en su última reunión del año el Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos que deja sin efecto la designación de esta localidad conquense.

La prueba de que con un gobierno del PP con Vox el cementerio nuclear se habría instalado ya en nuestra tierra es que el alcalde del PP de Villar de Cañas del PP, Alejrandro Pernías, es el único que ha lamentado la decisión del gobierno.

Quedan para el ingrato recuerdo los insultos del alcalde del pueblo, José María Saiz, impulsor del proyecto junto a Cospedal, Rajoy y su ministro de Industria, José Manuel Soria. Saiz fue suspendido de militancia por el PP, tras siete años como alcalde tras asegurar entre otras cosas que la por entonces ministra de Igualdad, Irene Montero, tenía “llagas en la boca de chupársela al coletas”. El por entonces alcalde del PP dirigió al actual presidente de la región, García-Page, insultos y le acusó de consumir drogas por estar en contra de la instalación del basurero nuclear en Cuenca.

Page llegó al gobierno regional y en noviembre de 2015 adoptó medidas para paralizar el proyecto como declarar nulo el Plan de Ordenación municipal de Villar de Cañas y ampliar la zona de especial protección (ZEPA) en la Laguna de El Hito. La respuesta del alcalde el PP fue que Page era "malo como él solo, tonto como él solo e inútil como él solo", al tiempo que le acusaba junto a sus consejeros de "fumarse una alpaca de marihuana" por las mañanas.

Lo que no nos hemos fumado finalmente ha sido un basurero nuclear que llevaba aparejado el peligroso transporte de todos los residuos radiactivos de España por nuestras tierras para enterrarlos en Villar de Cañas.

elObservadorDCLM