La crispación política y los problemas reales de los ciudadanos

Una tregua en la confrontación de la política española sería bien recibida por los ciudadanos. Que diera la sensación de que la política es algo más que tratar de derribar al contrario, que existen vías de encuentro, de diálogo y de entendimiento. La economía española marcha bien y no existen síntomas de su algo vaya a cambiar en los próximos tiempos. En la calle se vive un ambiente mucho más relajado que entre los escaños de las Cortes, las preocupaciones reales de los ciudadanos suelen ser muy diferentes a las que algunos políticos se empeñan en destacar como si se tratara del fin del mundo. 

Entre las mayores preocupaciones esta sin duda la vivienda en las grandes ciudades que cada vez llaman a un mayor número de habitantes. Grandes empresas, algunas de capital extranjero, se han hecho con miles de viviendas y han subido considerablemente los precios de los alquileres. Los gobiernos deben crear más vivienda pública a precios razonables, planes en todas las regiones que terminen abaratando los precios del enorme parque privado y en muy pocas manos.

La nueva ministra de Vivienda, la manchega Isabel Rodríguez, ha anunciado ya un trabajo para permitir la emancipación de los jóvenes porque cada vez son más y con más edad los que deben quedarse a vivir en casa de los padres.

También hay muchos abuelos ocupándose de sus nietos injustamente porque ya tienen edad para descansar y dedicarse a sus aficiones.

Son estos problemas reales junto a otros de los que ya se ha ocupado el gobierno y que parecen estar muy lejos de las broncas del hemiciclo.

elObservadorDCLM