Pedagogía, bulos y tradiciones

No hay persona que hablar deje/al necesitado en plaza/todo el mundo le es mordaza/aunque él por señas se queje/que tiene cara de hereje y aun fe la necesidad: ¡verdad!  Góngora

No va a ser fácil desmontar la que ahora se llama máquina del fango y que antes se conocía por manipulación. Al menos a corto plazo. Si muchos medios de comunicación aseguran que me estoy comiendo un bocadillo de jamón en vez de una pera conferencia, puede que hasta mi paladar identifique el jamón y mi estómago se disponga a hacer la digestión del bocadillo. 

Pero eso no es lo peor. Porque esos medios no dan puntada sin hilo y responden a unos intereses políticos y económicos que irán mucho mas allá y, suponiendo que yo sea uno de sus enemigos, lo siguiente será decir que alguien me vio robando el jamón disimuladamente. La organización Manos Decentes me llevará ante un juez más decente aún y después de muchos meses o años se descubrirá que en realidad yo me estaba comiendo una pera conferencia, pero este último capítulo de la serie pasará desapercibido porque ellos ya estaban en otra víctima o en otro tipo de fango. Y si se me ocurre protestar aunque sea por señas me dirán que pretendo acabar con la prensa libre, los jueces libres y las manos decentes.

Durante mucho tiempo cuando yo me atreviera a pisar la calle muchos comentarían, mira ese es el que robó el bocadillo.

No va a ser fácil desmontar esta maquinaria creada por la derecha para llegar al poder, tanto que algunos han evaluado el asunto y han decidido, si no puedo con la maquinaria del enemigo me uno a ella y a ellos.

A medio plazo, con mucho optimismo, podría ir desmontándose esta plaga de fango haciendo pedagogía de la verdad, elevando el nivel de las mentes para que no resulte tan sencillo ser manipulados, ya sé por donde vienes amigo y sé lo que quieres pero no cuentes conmigo porque te conozco y ahora soy capaz de saber o intuir la verdad porque conozco vuestros intereses y vuestra trama.

De momento bastaría con permanecer alertas para que no nos den gato por liebre.

La pedagogía social con base en la moral, la ciencia y los derechos humanos debe también discernir entre tradiciones dañinas que pueden ser sustituidas por otras más sanas, más humanas.

Lo positivo es que las nuevas generaciones ya están en ello y parecen muy seguros de sus nuevas convicciones más libres, más reales, mas felices.

elObservadorDCLM