UN DÍA COMO HOY DE 2018: Queda disuelta la banda terrorista ETA

Existe una palabra en la historia de España con la que la población llegó a pasar miedo. Miedo de salir de casa y no volver a ella por ser “un daño colateral” de la banda asesina ETA, cualquier día, a cualquier hora o en cualquier lugar del territorio nacional, aunque en unos lugares más que en otros.

Un día como hoy, 3 de mayo, pero del año 2018 la banda terrorista murió, dejando tras de sí un largo reguero de sangre y muertes injustas aplicadas por cobardes, que solo se atrevían a poner bombas lapa o a dar un tiro en la nuca.

Euskadi Ta Askatasuna, es a lo que responden las siglas de ETA, que en euskera significa “País Vasco y Libertad”.

Una organización creada por un grupo de jóvenes radicales expulsados del Partido Nacionalista Vasco, que utilizaron el asesinato y la extorsión para conseguir su objetivo: crear un Estado independiente de España y de Francia.

Sus objetivos eran guardias civiles, policías y militares, o eso al menos parecía, porque en realidad el 41% de sus víctimas, casi la mitad, fueron personas civiles, jueces, políticos, periodistas, empresarios y catedráticos a los que habría que sumar lo que ellos denominaban “daños colaterales”.

Su primera acción violenta fue el 18 de julio de 1961, cuando intentaron hacer descarrilar un tren que llevaba un grupo de franquistas a San Sebastián para conmemorar el 25º aniversario del golpe de Estado de 1936.

Su primera víctima mortal, aún hoy se discute, si fue el 27 de junio de 1960, Begoña Urroz. Una niña de tan solo dos años que fue uno de sus “daños colaterales” tras la explosión de una bomba en la consigna de una estación de San Sebastián. Otros sitúan a su primera víctima mortal el 7 de junio de 1968, cuando asesinaron al guardia civil José Antonio Pardines, en un control de carretera en la provincia de San Sebastián.

El último atentado de ETA fue el 16 de marzo de 2010, y no fue en territorio español. Por primera vez en su historia, la banda asesinó a un policía francés, Jean-Serge Nèrin, en un tiroteo con tres presuntos miembros de la banda que intentaban robar en un concesionario de coches en la localidad de Dammarie-lès-Lys. En territorio nacional sus últimas víctimas estaban en Palma de Mallorca. Fue el 30 de julio de 2009 con la explosión de una bomba lapa adosada a un automóvil que causó la muerte de los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá.

Un año más tarde, la banda terrorista anunció el cese definitivo de las armas. Era el 20 de octubre de 2011. La organización fue desmantelada en abril de 2017 y un día como hoy, 3 de mayo del año 2018 la banda terrorista ETA dejó de existir.

Una organización criminal que se ganó el odio de los españoles, con atentados como el del Hipercor de Barcelona, la Casa Cuartel de Zaragoza o el cruel asesinato de Miguel Ángel Blanco, pero sobre todo con los amaneceres de noticias crueles… 864 asesinatos (entre ellos 22 niños). Asesinatos que justificaban como una lucha contra el franquismo, pero la realidad es que el 95% de sus asesinatos se cometieron ya en democracia.

Su actividad dejó más de 3.000 heridos y 86 secuestros. Extorsionó a más de 10.000 empresarios con lo que llamaban el “impuesto revolucionario” e ingresó más de 120 millones de euros, mediante atracos, secuestros, tráfico de armas, extorsión y recolecta de fondos en las “herrico tabernas” (bares frecuentados por sus simpatizantes).

En 1995 se desmontó un atentado contra el rey Juan Carlos I y fracasó su intento de atentado contra José María Aznar. En 1996 fracasa otro posible atentado contra Juan María Atutxa, consejero de Interior del Gobierno vasco, pero ese mismo año caen ante sus pistolas el socialista Fernando Múgica y el catedrático de Derecho Francisco Tomás y Valiente.

Solo en ese año de 1996 fueron atacadas 50 sedes del Partido Nacionalista Vasco, 26 del PSOE, 8 del PP y 4 de IU.

En 1997 se libera a Cosme Delclaux tras 232 días de secuestro y al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, tras casi dos años alejado de su familia, pero tan solo un mes más tarde se secuestra al concejal del PP Miguel Ángel Blanco, al que concedieron tan solo 48 horas para cumplir sus objetivos. Toda España vivió con dolor el secuestro de este joven concejal y con una enorme rabia e impotencia su asesinato posterior.

Un año más tarde el Gobierno de José María Aznar se reúne, en secreto, con Otegui en Burgos y se acerca a 135 presos vascos a sus cárceles, aunque cuando hoy les oímos hablar, parece que tan solo Marlaska y el Gobierno de Pedro Sánchez han hablado con Otegui o han acercado presos a sus cárceles.

Un año más tarde el PP se volvió a reunir con ETA en Zurich. Nadie lo criticó porque todos queríamos el fin de la banda terrorista, aunque hoy no se le permita al presidente del Gobierno hablar con aquellos que consiguieron el fin de la banda. Con los simpatizantes que consiguieron dar la estocada mortal a la banda terrorista.

En diciembre de 1999 la Guardia Civil interceptó dos furgonetas cargadas de explosivos (950 kilogramos en una de ellas, y 730 kilogramos en la otra), con la que pretendían cometer el atentado más atroz de su historia en Madrid.

Solo en el año 2000 fueron asesinadas 23 personas por la banda terrorista, entre los que se encontraban los socialistas Fernando Buesa y su escolta y también el que fuera ministro Ernest Lluch.

Todo un “rosario” de muertes injustas fue sucediéndose hasta el 3 de mayo de 2018, cuando el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero dio un comunicado oficial con la disolución definitiva de ETA, dejando claro que “los 100 miembros escondidos en la clandestinidad pagarán por sus crímenes y seguirán siendo buscados por las autoridades para su detención”. Aún hoy siguen en prisión 146 presos etarras.

Pero si hay algún nombre que merezca ser pronunciado, como artífice de este final pacífico, es el de Alfredo Pérez Rubalcaba, que fue insultado, vilipendiado, maltratado y acusado falsamente por el PP durante todo el tiempo en el que duró su gestión al frente del Ministerio del Interior, solo por un motivo: El PP no admitía que los altos cargos del Ministerio del Interior consideraran al ministro socialista, como a uno de los suyos.

Hoy el independentismo vasco hace política en el Congreso de los Diputados. La guerra armada ya terminó hace 6 años, aunque haya algunos que aún siguen acusando con su dedo índice… mientras sus cuatro dedos restantes les acusan a ellos, de seguir jugando con las víctimas de ETA.

P. Moratilla