En primavera suele sorprendernos la rinitis, pero ¿Qué hay de las alergias tópicas y las alimentarias?

Llega la primavera y con ella un sinfín de síntomas alérgicos, acentuados este año por las últimas lluvias. Sin embargo no son las únicas. Alergias alimentarias, al sol, a los ácaros… todas ellas causan un cierto malestar en los afectados.

Dclm.es quiere saber algo más sobre las alergias y por ello hemos preguntado a Raúl Guzmán, alergólogo adjunto del servicio de alergología del Hospital Universitario de Toledo y estas han sido sus respuestas.

PREGUNTA: Según las estadísticas, la rinitis patológica es la alergia más habitual ¿Esto es así también en Castilla-La Mancha? ¿A que se debe esta alergia?

RESPUESTA: Efectivamente. Según las últimas series de datos, en torno al 50% de la patología alérgica que vemos en consulta a nivel nacional sería sobre rinitis o rino-conjuntivitis y ese dato es extrapolable a Castilla-La Mancha.

Cuando hablamos de rinitis, nos referimos a una inflamación de la mucosa nasal, que cursa con picor, estornudos, congestión, moqueo… y puede ser debida a la exposición a alérgenos como el polen, los ácaros, epitelios u hongos. Esta es la que denominamos “rinitis alérgica”

Esta rinitis también puede ser debida a la exposición de irritantes o por los cambios de temperatura y en este caso sería “rinitis no alérgica”.

P.: Otra de esas alergias más conocidas por la población es la dermatitis atópica ¿Qué es y que provoca una dermatitis atópica?

R.: En la dermatitis atópica lo que encontramos es una pérdida de la función de barrera de la piel. Esta pérdida permite evaporar agua en exceso, lo que lleva a una descamación de la piel y con ello una inflamación acompañada de picor, rojeces e hinchazón. Suele afectar a superficies de flexión, como la cara anterior del codo o la parte posterior de la rodilla.

Para su tratamiento es necesario rehidratar la piel y para ello utilizamos cremas hidratantes. Para bajar la inflamación se suelen utilizar corticoides tópicos. En casos severos, hoy en día disponemos de tratamientos biológicos como el principio activo dupilumab.

P.- Últimamente se habla mucho de las intolerancias. ¿Es habitual la alergia a los alimentos? ¿Cuáles son más proclives a provocarlas?

R.: Este es un motivo de consulta frecuente y el alimento implicado depende de la edad.

En la infancia, niños hasta los 5 ó 6 años, los más frecuentes son la leche y el huevo; mientras que en la adolescencia los más frecuentes son las frutas y los frutos secos. En la edad adulta, la causa prevalente es el marisco. Otros alimentos como el pescado, las legumbres y las verduras, pueden ser causa de reacciones alérgicas pero en menor medida.

Con respecto a la evolución de esta alergia, va a depender de alimentos y del grupo de edad. En niños de corta edad la resolución es más frecuente, mientras que en pacientes con edad avanzada suele persistir.

Las alergias a alimentos como la leche y el huevo suelen remitir de una manera frecuente, mientras que mariscos y frutos secos  suelen persistir a lo largo de la vida.

P.: Se suele decir que un buen remedio para las alergias son los antihistamínicos ¿Es recomendable tenerlos en el botiquín, por si acaso…? ¿Se pueden comprar sin receta?

R.: Más que un buen remedio, el antihistamínico es una elección. La medicación principal que utilizamos los alergólogos para el manejo de las enfermedades alérgicas.

Si sería recomendable, para aquellos pacientes ha hayan sufrido reacciones alérgicas o tengan familiares que las hayan padecido, tener un antihistamínico en el botiquín para su rápido uso.

A día de hoy sí que se puede comprar un antihistamínico sin receta en la farmacia, a la misma dosis que la recetada por los alergólogos, aunque no es recomendable abusar de ellos, pero si se pueden utilizar bajo las recomendaciones del farmacéutico hasta que sean revisados por el alergólogo de zona.

P.: Algunos expertos afirman que la vacunación con extractos alergénicos mejora los síntomas ¿En qué casos está recetada la vacuna?

R.: La vacunación con extractos alergénicos es una herramienta terapéutica muy útil para los alergólogos. Estos están muy bien definidos por lo que su perfil de seguridad es muy alto, así como su efectividad.

Principalmente están recomendados en aquellos pacientes que tienen asma por pólenes, hongos o epitelios, así como pacientes que tienen clínica rinoconguntival a pesar de un correcto tratamiento antihistamínico.

P. Moratilla