Formas de hacer política

Durante mucho tiempo pensé que ser político requería de grandes dosis de cultura, empatía, mano izquierda, saber escuchar, iniciativa propia para proponer proyectos de mejora en la sociedad, y un sinfín de cosas más que hacían el oficio de político algo reservado a una pequeña élite, culta y educada.

Toda mi conclusión se ha ido al traste con la derecha de este país. Una panda de niños pijos a los que su padre (su partido) les presta el coche y les da el dinero para fardar ante el resto de la sociedad, con la salvaguarda de tener las espaldas cubiertas con sus guardaespaldas, a veces disfrazados de jueces, que les saquen de cuantos atolladeros se vean metidos.

Todo eso junto con el tonto de turno (ideólogo) que les lanza las líneas políticas que han de defender, es suficiente para ser político de la derecha de este país.

Solo hay que dejarse llevar. Escuchar por la mañana al líder y repetir una y otra vez las consignas lanzadas, siempre que te pongan “la alcachofa” delante y aunque en tu comunidad autónoma no tengan sentido. Esta semana se han dado situaciones bizarras, cuando hemos escuchado al líder del PP repetir con idéntico vocabulario, el discurso del presidente de CLM, “no eternizar situaciones inevitables” o “no vamos a pagar la fiesta independentista”. Algo que coloca en un lugar complicado al líder del PP en la región, porque en ese caso los dos líderes de los partidos más votados darían idéntico discurso, pero en ese caso, Núñez, recupera la consigna de “su” jefe del día anterior.

El  PP de CLM aún va más allá. Observando a su líder uno puede comprobar, que no se conforma solo con repetir todo aquello que dice “su jefe”, sino que el líder de la derecha en CLM además se pone los trajes del mismo color, a modo de uniforme, para que nadie se confunda.

En fin… nadie tiene la culpa de la falta de originalidad del señor Núñez, pero con eso y dos dedos de frente, para que de una vez defienda esta tierra, no insista con el ATC  y proteja el río Tajo casi, casi se acerca a lo que se debería entender por un buen político.

Ikaro