CUANDO FEIJOÓ SE BAJÓ DE LA LANCHA DE DORADO Y PROMETIÓ SER UN TIPO MODERADO

Probablemente la última vez que Feijóo dijo la verdad iba en una lancha con un narco y llevaba una marca blanca de crema en un brazo. Luego llegó a tierra, le dejó a Marcial que se apañara con los fardos, dijo que iba a ser un tipo moderado cuando alguien lanzó a Pablo Casado por el balcón de Génova y el gallego desembarcó en la vida política nacional. En qué momento.

No sabemos si Vox le afiló la lengua o fue el jefe del lobby, un Aznar que no se resigna a un papel de esfinge convertido definitivamente en cartón piedra. A Aznar le pasa lo mismo que a Felipe González, con la diferencia de que el que tuvo bigote como el Bigotes aún manda en el PP, en Vox, en Ayuso, en MAR y en Feijóo: ¿tu moderado? O lanzas veneno por tu boca o vuelves a la lancha con Dorado, le espeta con rima en asonante: Dorado-moderado. Felipe lo intenta porque dice que Sánchez no le hace ni caso, pero no logra mandar en el PSOE y ha creado una línea disidente que podría llamarse Derecha Socialista porque, en buena medida, toma prestado el argumentario de Aznar contra el gobierno democráticamente instaurado. A Felipe le salió mal su aventura con Susana Díaz y trata de embarcar a otros líderes en su guerra particular contra el sanchismo. Dice que los nuevos socialistas de Sánchez van a conducir al partido a una ruina definitiva. De momento, el PSOE recuperó el gobierno y ha recuperado además la economía española con enormes beneficios para las grandes empresas y cifras de empleo que nunca se habían alcanzado en la historia. El capital va de la mano con el estado del bienestar y no se entiende que algunas de esas grandes empresas con beneficios estratosféricos dediquen parte de sus ganancias a financiar la máquina del fango. 

Esa maquinaria del fango trata de alcanzar el poder en España, aunque las políticas de la derecha y la ultraderecha han llevado a la ruina al Reino Unido y son las barbas de un vecino que ya no lo es tanto después de un Brexit espantoso para su economía: dónde estarán los Beatles y la brillante vida que escribió una de las más inolvidables páginas de la cultura, de la creación y de la libertad de verdad, no la libertad que ahora reclaman los ultra imbéciles. 

Los de Vox en España echaron pestes contra la Unión Europea y contra el Estado de las Autonomías. Ahora cobran de sus parlamentos y se dice que son el enemigo en la tripa del Caballo de Troya, aunque en realidad cobran dietas y alguien se forra con una Fundación llamada Disenso presidida a título nominativo por Abascal a la que ya ha traspasado nueve millones de euros desde su propio partido. Es lo que se llama política social redistributiva contra la que clama el último payaso contratado por el circo de Aznar condecorado por Ayuso por el mero y singular hecho de soltar barbaridades contra el presidente del Gobierno de España y contra su familia. Es para condecorar a un presidente que también va a arrastrar a su país a la ruina pero que tiene la cualidad de insultar muy bien a Sánchez que es el presidente de los españoles. Y Vox, los españoles de la bandera española, ríen y aplauden los insultos de Milei.

Ahora el PP pide que el ejército español cargue contra los inmigrantes: ¿También contra las inmigrantes que limpian sus casas, a las que cuidan a sus abuelas y a los que consiguen un trabajo digno que permitirá en el futuro mantener sus pensiones?

Al PP y a Vox le importan un bledo los inmigrantes, la amnistía y todo los demás; lo único que quieren es recuperar el poder y hacer un reparto social de los impuestos redistribuyendo la riqueza hacia la Caja B de Génova que es lo que hicieron durante casi 30 años según la sentencia del 24 de mayo de 2018: “La Audiencia Nacional determinó como resultado de las investigaciones del llamado "Caso Gürtel" la existencia, desde la fundación del partido en 1989, de una estructura de contabilidad y financiación ilegal en las finanzas del PP, que se desarrollaba en paralelo a lo que el propio partido informaba oficialmente”.

Al PP y a Vox les importa muy poco la amnistía, los inmigrantes y el poder judicial siempre que los jueces estén de su parte y colaboren como deben, naturalmente.

Gloria Gallas