Cómo el acoso de la derecha apuntala el pacto de investidura de Sánchez

A propósito del pacto alcanzado entre el PSOE y ERC que abre la puerta a Illa como presidente de Cataluña, escribe Antón Losada: “El temporal de ruido y furia desatado contra el pacto entre socialistas y republicanos habrá ayudado a compensar la desconfianza mutua dando credibilidad a la relevancia de lo acordado. Algo que cabrea tanto y a la vez a Miguel Tellado y a Emiliano García Page alguna virtud ha de tener, puede que hayan pensado un 53,5 por ciento de los militantes republicanos”.

La reflexión va más allá del asunto concreto, del acuerdo sobre financiación para Cataluña, y ofrece una curiosa clave sobre las consecuencias de una incesante tarea de oposición contra Sánchez que, sin embargo, apuntala su legislatura y aleja la posibilidad de elecciones que es el único objetivo de la derecha.

Su constante avalancha de opiniones contra los socios de Sánchez tiene dos efectos para ellos indeseados. De una parte, los socios de Sánchez terminan cerrando filas y afianzando con él su alianza y, de otra, aleja el verdadero sueño del PP que es un pacto con nacionalistas e independentistas para que Feijóo pueda formar con ellos gobierno. No solo perdonarían a Puigdemont, lo subirían a los altares como el salvador de España.

Todo ello y el cinturón a los ultras de Vox, es un síntoma más del error de la derecha española en su ansia por ocupar el sillón de Sánchez a base de críticas e improperios sin ofrecer nunca soluciones para mejorar la vida de los ciudadanos.

Al tiempo que el acoso de la derecha amalgama el pacto de investidura, la economía en España, la realidad en España es, para su desgracia, un barco que navega viento en popa y en muy buena dirección.

La paradoja es, pues, que la persecución política de la derecha, con jueces peinados incluidos, apuntala la voluntad de la mayoría que sustenta a Pedro Sánchez llevando el timón de ese barco.

elObservatorioDCLM