"Después de mucho luchar, a la vejez vuelves a tu país y nadie se hace cargo de ti"

En una entrevista con nuestro diario, dclm.es, el responsable territorial de ACCEM Castilla-La Mancha, Braulio Carlés, nos relata algunos de los casos más extremos que han acudido a su asociación para pedir ayuda. Por ejemplo, el de una mujer con diez hijos que era maltratada por su marido y un día consiguió escaparse, dejando a los hijos con el padre. "Los hijos no sabían que el padre la maltrataba y no podía irse con todos. Trabajó de camionera en Venezuela y cuando pudo recuperó a sus hijos. Después de mucho luchar por todos ellos, a la vejez te vuelves a tu país y nadie se hace cargo de ti", contaba Braulio Carlés.

ACCEM, ONG dedicada a mejorar las condiciones de vida de las personas que se encuentran en situación más vulnerable en nuestra sociedad y, especialmente, del colectivo de refugiados y migrantes, presentaba este martes en Ciudad Real la campaña 'YODONO', con el fin de visibilizar la labor que ACCEM desempeña en la sociedad y conseguir apoyos para poder seguir realizándola. Una campaña en la que el protagonista es el donante.

La principal labor de ACCEM es atender y acoger a personas refugiadas e inmigrantes y promover su inserción social y laboral. ¿Cuántos voluntarios colaboran con esta Asociación Sin Ánimo de Lucro en Castilla-La Mancha y cuál es su cometido primordial?

ACCEM empieza en los años 50 con los emigrantes que salen hacia Europa y en ese escenario el trabajo que se hacía era muy distinto al trabajo que se hace hoy. Su trabajo era trabajar con la gente que marchara para Europa, enseñarles el idioma, acompañarlos a los sitios para que consiguieran trabajo, para que consiguieran su documentación…

Esto con el tiempo cambia, llegan los años 90 y España deja de ser un país de emigración para convertirse en un país de inmigración y como país de inmigración empezaron a trabajar inicialmente con los habitantes de asilo: refugiados, desplazados, con tres dispositivos en España, fundamentalmente, en Asturias, en León y en Sigüenza y luego en Madrid. Luego todo esto se va ampliando cada día más, cada vez más, hasta el punto de que trabajamos con población refugiada, con población inmigrante en general y ahí tenemos todo el tema de Ceuta, Melilla y Canarias, los inmigrantes subsaharianos que vienen en pateras y, posteriormente, hablamos ya del año 2008 aproximadamente, empezamos a ver la necesidad de trabajar no solamente con población inmigrante, sino también con población autóctona porque las necesidades pasan por todos y lo que entonces ya empezaba a vislumbrarse como una crisis. La crisis afectaba a todos no solamente al inmigrante, sino también al refugiado y al español, al autóctono. Además, veíamos que si no lo hacíamos así, corríamos el riesgo de generar un problema gordo porque si tú trabajas con inmigrantes y el español que lo está pasando mal ve que tú no le atiendes, lo único que vas a conseguir es generar brotes racistas y brotes xenófobos y, evidentemente, empezamos a cambiar los objetivos y a buscar otras alternativas.

Las otras alternativas son trabajar en todos los espacios donde hay una necesidad, donde haya crisis, donde haya gente que sufre, donde haya problemas, donde haya dificultades, ACCEM quiere estar ahí.

Se hace con personal contratado pero no se podría hacer sin personal voluntario. Podemos hablar, aproximadamente, de un centenar de personas contratadas y podemos hablar también en Castilla-La Mancha de otro centenar de voluntarios, unos 120. Trabajar con personal remunerado y personal voluntario creemos que es generar la figura perfecta.

¿Cuáles son los mecanismos de ayuda de esta asociación a la que usted representa en Castilla-La Mancha y con qué tipo de financiación cuentan?

Por un lado, trabajamos con todas las administraciones. Trabajamos a nivel estatal, trabajamos a nivel de fondos europeos, a nivel regional con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con Bienestar Social, con Educación, con Empleo… ahora queremos también intentar abrir líneas de financiación con Fomento y con las diputaciones, con los ayuntamientos, creemos que es fundamental trabajar con todos. Y luego también estamos buscando la colaboración de los ciudadanos.

Y ahí entra en juego la campaña 'YODONO'. Nos parece fundamental que en este momento donde no llegan los recursos, donde las necesidades son cada vez mayores, donde la gente tiene más problemas, donde hay que hacer mucho más con mucho menos, necesitamos el apoyo de los ciudadanos.

¿Con cuántos centros de acogida cuenta ACCEM en nuestra región?

Tenemos el 'macrocentro' que está en Sigüenza (Guadalajara), son 60 plazas para asilo, refugiados, desplazados; otras 15 plazas con inmigrantes subsaharianos, gente que viene en patera a través de Ceuta, de Melilla, de Canarias; luego tenemos un piso de menores en Guadalajara, otros dos aquí en Ciudad Real, otro en Cuenca, otros tres en Albacete y otro en Toledo.

También tenemos un programa de autonomía a nivel regional que tiene un piso por cada provincia, cinco pisos; tenemos otro piso para subsaharianos en Azuqueca de Henares (Guadalajara).

Hay diferentes programas en función de la persona, también de la acogida, pero es otro tipo de acogida, no es la acogida de pisos, sino la acogida de la gente cuando vienen a nuestras reuniones, cuando vienen a nuestros espacios o cuando vienen a pedirnos trabajo o vivienda y, además, en estos momentos estamos trabajando dos pilares: el tema de vivienda y el acceso al empleo, somos agencia de colocación.

En el tema de vivienda, no desvelo nada nuevo al decir que hay muchas personas que están perdiendo su vivienda, que la tienen que devolver al banco y en ese escenario nosotros lo que pretendemos es: ya que tienen que devolver la vivienda al banco, que ahí termine todo su proceso con el banco y que tengan acceso a unas viviendas sociales, entre 150 - 400 euros. ACCEM está intentando trabajar como mediadora con cajas y bancos, con diputaciones, con ayuntamientos, con la Junta, con toda la gente que tenga acceso a una vivienda de este tipo y estamos buscando la posibilidad de llegar a entendimiento y a acuerdos con todos estos actores que tienen algo que decir en el territorio.

Uno de los objetivos de ACCEM es implantar la igualdad de derechos y deberes de todas las personas con independencia de su origen, sexo, raza, religión, opiniones o grupo social. ¿Esa igualdad de oportunidades se hace efectiva cuando una persona busca amparo a través de su asociación?

En función de la multitud de necesidades que hay, acogemos todas las necesidades que nos llegan, con el tema también del empleo. Es verdad que en este momento fuera del servicio doméstico o fuera de otros espacios como temporeros es difícil encontrar un acceso al empleo, es muy difícil pero se están dando pasos y estamos dando cursos de formación y estamos trabajando las salidas sociales con la gente que pasa por nuestros dispositivos. Pero, ciertamente, en estos momentos el acceso al empleo es la guerra o el caballo de batalla que tenemos que afrontar y, bueno, vamos a ver cómo entre todos salimos de esta situación, porque los que dicen que ya estamos repuntando pues no es tan fácil y el empleo, eso es lo último que repunta. Pero, de momento, se está pasando mal en este sentido porque los recursos son muy escasos y la gente tiene dificultades para acceder al empleo.

¿Puede relatar algún caso especialmente extremo que haya acudido a ACCEM Castilla-La Mancha?

Casos extremos hay muchos. Por ejemplo, mayores españoles que hemos acogido en Sigüenza, que marcharon a la emigración en su momento y que a la vuelta se han encontrado solos, los hijos no han querido cuentas con ellos, nadie se ha preocupado de ellos, no han sido un referente y después de tanto luchar viven el fracaso.

Una señora con diez hijos se marchó a Venezuela, su marido la maltrataba. Un día consiguió ella escaparse y dejó a los hijos con el padre, con lo cual da la imagen de una mala madre, claro los hijos no sabían que el padre la maltrataba y no podía irse con todos. Se puso a trabajar de camionera en Venezuela y cuando pudo recuperó a sus hijos. Después de mucho luchar por todos ellos, a la vejez te vuelves a tu país y nadie se hace cargo de ti y, bueno, gracias a Dios, a una residencia que está en Sigüenza con un programa que teníamos excepcional de mayores emigrados, ahora ya está en otra residencia, pero bueno, esa situación afectiva, sentimental de esa mujer ha tenido que ser muy dura.

También familias que han perdido el trabajo, que han perdido el subsidio de desempleo, que tienen que sacar adelante a sus hijos y que tienen dos o tres hijos y, además, con una hipoteca que tienen que pagar y andan debatiéndose "entre la vida y la muerte" para no devolver la vivienda al banco.

Hay muchas situaciones, cada situación es un mundo, es un problema, con una ventaja también para nosotros, porque para nosotros es un enriquecimiento saber que hay personas que están sufriendo y que tú tienes la posibilidad de apoyarles, de ayudarles, de trabajar con ellos un recorrido de inserción, yo creo que eso es muy importante.

¿Cree que la protección internacional a los refugiados ha descendido por la crisis?

Aquí ocurre una cosa, que las guerras son importantes en función de que sea un país de moda, ahora hemos tenido muchos ciudadanos de Mali pero yo el otro día oía que había todavía diez o doce guerras en activo, yo creo que son más, y desciende. Nunca ha sido alta y si lo comparamos con otros países de Europa tenemos que decir que ha sido bastante pobre: entre un 3 y un 5%, frente a países que pueden conseguir entre un 10 y un 20% de concesiones, ciertamente, el nivel es bajo, muy bajo.

Y es verdad que hay que demostrar muy bien la persecución y es prácticamente imposible en muchos casos porque en muchos países tienes que salir con lo puesto, salvando la vida, sin ningún tipo de documentación, sin ningún tipo de nada, con lo cual, llegar aquí a España y argumentar que eres un perseguido político no es fácil. En algún caso pues depende de quién seas, si puedes demostrar quién eres y demás, pero no es nada fácil.

¿Los castellano-manchegos se muestran solidarios con las personas que necesitan asilo o, dicho de otra forma, se puede decir que nuestra Comunidad Autónoma es solidaria?

Yo creo que Castilla-La Mancha es una Comunidad Autónoma muy solidaria, la gente es muy generosa, la gente colabora, no solamente con ACCEM, hay otras entidades como pueda ser Cáritas o pueda ser Cruz Roja, o con otras entidades de una escala menor pero yo creo que los castellano-manchegos somos gente muy generosa.

(Para colaborar y para acceder a toda la información de la campaña 'YODONO' de ACCEM visite la página www.yodono.accem.es)