DCLM, despedida y cierre: gracias a todos

“Tu amor es un periódico de ayer
Que nadie más procura ya leer
Sensacional cuando salió en la madrugada
A medio día noticia confirmada
Y en la tarde materia olvidada…
Tu amor es un periódico de ayer”.

Héctor Lavoe. “Tu amor es un periódico de ayer”.

Nos despedimos con salsa. Las hojas virtuales de un periódico de ayer nos sirven hoy para envolver, entre las noticias que se fueron, la gratitud a quienes las contaron, el cariño a quienes las leyeron y para enviar, aún desde aquí, nuestra más cariñosa despedida a todos los que participaron en esta fiesta que fue el Diario de Castilla-La Mancha. 

Después de más de veinte años contando lo que iba pasando en nuestra tierra, DCLM se despide como una noticia que algunos no podremos olvidar nunca. Hemos estado ahí, muy cerca de ti, dando luz en cada minuto a lo que pensamos que te gustaría saber, a lo que te importaría, lo que te sorprendería o lo que no te gustaría en absoluto que hubiera sucedido. Un espejo de la vida.

Un periódico digital es un relato permanente, una fuente inagotable de historias, de lo que nos pasa y de lo que les pasa a los que reciben buenas y malas noticias, una crónica de nuestras vidas, una entrevista permanente a la gran protagonista que es la actualidad.

Gracias en especial de corazón, a los miles de colaboradores que han escrito sus pensamientos y nos han enviado sus artículos de opinión para ir dando forma a lo que se llama línea editorial. Entre todos hemos intentado fomentar una idea de progreso hacia una mayor igualdad, libertad y hermandad. 

Cuando hemos ofrecido la crónica de los odiadores, de los que generan una carga negativa en esta época de mentiras y de bulos, hemos tratado siempre de abrirnos camino, siempre adelante recordando las palabras de don Quijote cuando fue vencido por aquellos molinos que nunca fueron gigantes: “Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, más el esfuerzo y el ánimo será imposible”.

DCLM ha seguido fielmente en estos más de veinte años una línea editorial basada en la defensa de los derechos humanos, de la libertad de expresión, la igualdad y el respeto de las minorías, la defensa de un mayor equilibrio social frente al avance de un despiadado capitalismo que crea abismos entre las personas, libertad frente a discriminaciones por la edad, la procedencia, el género, los pensamientos espirituales o las preferencias sexuales. Y un cariño especial por la cultura que es la base para discernir la verdad del bulo interesado, la guía de la sensatez, del acuerdo para conseguir entre todos una vida más feliz para muchas más personas, una vida sana, sin emociones negativas y sin culpas.

No vamos a resistirnos a comparar un periódico con un hijo que hemos ido viendo crecer, madurar, equivocarse, casi caer y volver a levantarse, gracias a todos los que nos han ayudado y, en particular, a los que han trabajado en DCLM, a los que han escrito y han dejado constancia de una vida, esa vida que todos conocemos y que en un periódico se ordena en secciones: Sociedad que es un saco con un fondo humano y real, la Agricultura con su siembra, su agua, sus cosechas, el mercado de la Economía donde también hemos ido creciendo en Castilla-La Mancha y en España, los Sucesos como la pandemia con un apellido, Coronavirus, que aún nos pone los pelos de punta; los Deportes que han ido ocupando un sitio también muy real en nuestras vidas, nunca dejaremos de hacer deporte porque alarga la vida y la hace mucho más plena, más feliz; las Nuevas Tecnologías, con nuestros móviles que se han convertido en nuestro más preciado juguete y con un controvertido futuro abierto a las expectativas de la Inteligencia Artificial.

Y finalmente la Política que cada vez intenta ocupar más espacio y que no pasa por su mejor momento porque a veces parece que se ha convertido en una despiadada y finalmente aburrida guerra por el poder, con una oposición que nada ofrece salvo un espectáculo de acoso y derribo lamentable y estéril. 

Un medio de comunicación puede y debe ofrecer visiones particulares dentro de su línea de pensamiento, pero no debe convertirse en un azote pagado que maqueta cada día una portada semejante a un busca y captura.

No vamos a extendernos sobre la otra ideología ultra y populista que, como un fantasma recorre el mundo. Una ultraderecha bien subvencionada en todo el planeta que es todo menos inocente. Se mueve con autoridad bajo la a veces ininteligible sombra que moviliza emociones a través conceptos como el nativismo, una mezcla entre nacionalismo y xenofobia con el objetivo final de hacernos creer que en un Estado solo deberían vivir los miembros pertenecientes a esa nación: quienes no reúnan sus requisitos deben ser controlados y expulsados. Son grupos ultras racistas, nacionalistas extremos, homofóbicos, fundamentalistas religiosos, autoritarios que propugnan una sociedad rígida, jerárquica y que debe castigar con dureza las normas que ellos mismos establecen: ellos mandan y el resto, obedece, la fuerza prima sobre el acuerdo o el diálogo.

La ultraderecha populista nos presenta a unos elementos, seres humanos, que deben ser percibidos como una amenaza, un problema grave que debe abordarse desde el orden público. Se presenta a los inmigrantes como culpables de la delincuencia o el desempleo y son, obviamente, los ultras quienes se proponen defendernos de esa amenaza y no tratar el verdadero problema desde sus causas sociales o económicas que subyacen entre seres humanos que buscan, como casi todos, un futuro más digno para ellos y para sus hijos. 

Vivimos tiempos complejos en los que, en medio de las manipulaciones interesadas, cuesta conseguir la estabilidad emocional que conduce a la económica: la llamada felicidad, al menos la tranquilidad tiene muchos enemigos.

Este epitafio no puede abarcar otros problemas del planeta como el cambio climático, la superabundancia frente a la pobreza extrema, el egoísmo social y la hipocresía.

Gracias otra vez a todos, a los anunciantes, a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y a otras instituciones que han colaborado con DCLM.

Volvamos a nuestro periódico de ayer para desear feliz 2025, muchos días felices en los años venideros, buenos días y siempre muchas gracias.

César Ortega. DCLM.