"España no tiene un Consejo de Ministros sino un Consejo de Administración"

Martín intervino en el debate de las enmiendas al proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2014 y apuntó que el PP lo ha convertido en un discurso para autistas. El parlamentario del PSOE también advirtió de que la mayoría absoluta y aritmética de los escaños no dan la razón y que el Gobierno nos lleva, presupuesto tras presupuesto, de un problema a otro y todos a más deuda y menos poder adquisitivo de los españoles.

El senador socialista lamentó que en el marco de la crisis, en el que aumenta la pobreza, el Gobierno se preocupe de imponer la fiesta de los toros como patrimonio nacional y se olvide de la cohesión sanitaria, de la dependencia, de revalorizar la pensión de viudedad o de incrementar las prestaciones por invalidez para los miembros de las Fuerzas Armadas.

Jesús Martín afirmó que la idea de que el Gobierno promete una cosa y hace la contraria ya es un axioma que roza el insulto y, en este sentido, se refirió a la olvidada Ley de Mecenazgo y a la subida del IVA cultural. También criticó que el Gobierno permite que el dinero que hemos dado a la banca, lejos de que la banca lo esté poniendo en el mercado del crédito, lo dedique a comprarnos deuda pública por la que, a su vez, nos cobra los intereses, que ya en este presupuesto suponen más que los fondos de los que disponen los ministerios.

Martín destacó que, sin duda, la mayor incongruencia de estos presupuestos se deriva de los datos del ministro Montoro, que reconoce que el Gobierno sólo consiguió en 2012 reducir su déficit en cuatro centésimas. "Eso sí, puntualizó, no negó, porque no podía, que este se situó en el 6,48% gracias al superávit de los ayuntamientos y del esfuerzo de las Comunidades Autónomas que lo hacen a costa de las entidades locales. Y así, el déficit, que es responsabilidad directa del Gobierno, apenas se redujo en 2012. Por lo que lo revisa al alza en estos presupuestos y así puede ser ministro de Hacienda el menos pintado de esta cámara. ¿Tanto cuesta entender que a mayor presión fiscal menos consumo y menos ingresos? Para llegar a esta conclusión no hay que ser un lince, basta con estos presupuestos y apellidarse Montoro".

A continuación, el parlamentario socialista citó a Albert Einstein e indicó que esta es la tercera vez que el Gobierno repite su locura negando el resultado con los Presupuestos Generales y "estos presupuestos, como los anteriores, devalúan los salarios, las pensiones, los servicios públicos, la inversión en infraestructuras y consolidan una presión fiscal tan injusta como estéril en tanto en cuanto la misma, lejos de rebajar el déficit lo incrementa por la falta de consumo".

A su juicio, el Ejecutivo del PP nos introduce en "un bucle diabólico en el que arrastra a los ciudadanos que ven recortados los servicios y su poder adquisitivo por los copagos. Baste significar la sanidad, la educación y la justicia que han dejado de ser gratuitas y universales en España".

Jesús Martín subrayó que lo que realmente necesita este presupuesto es una reforma fiscal y cuestionó la lógica de que el déficit lo corrijan las rentas del trabajo y el consumo, en vez de las del capital, como sería lo justo, dado que su riqueza emana del esfuerzo colectivo. En este punto, aseguró que presumir de que nuestra balanza de pagos es favorable porque exportamos más cuando lo hacemos a consta de empobrecer el trabajo es poner en valor la máxima Hobbesiana de que "el hombre es un lobo para el hombre".

Martín también indicó que el Gobierno presume en este presupuesto de ahorrar 5.000 millones de euros por la bajada de la prima de riesgo y, al mismo tiempo, omite que destina 11.000 millones más al pago de los intereses como consecuencia del incremento de la deuda pública. "Una deuda, puntualizó, que el Gobierno heredó en un 69% del PIB y que en dos años ha crecido hasta el 92%".

El senador socialista, recogiendo lo dicho por el Papa Francisco, afirmó que el Ejecutivo del PP "no puede proponer una economía basada en la exclusión y la inequidad" y añadió que "no puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en la calle y que sí lo sea una caída de dos puntos de la bolsa". "Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar", apostilló. "Estos presupuestos son social y económicamente injustos", concluyó.