Equo Cuenca apoya a los bomberos forestales (BRIF)

Equo, en un marco de sostenibilidad y de promoción del empleo justo, decente y de democratización de las relaciones laborales, apoya las justas reivindicaciones de los trabajadores de las BRIF (Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales).

Este colectivo que, considera tan importante contar con un buen dispositivo de extinción como realizar una buena prevención, exige un convenio no discriminatorio, una segunda actividad y el reconocimiento de la categoría profesional de bombero forestal.

Las BRIF fueron creadas en 1992 por el ICONA  para paliar las terribles consecuencias ocasionadas por los incendios forestales basándose en un modelo helitransportado inspirado en los equipos de intervención estadounidenses, referencia mundial.

En la década de los 90 adquirieron una gran experiencia debido a su intervención en los sectores más complicados de los incendios de gran tamaño, ganándose un gran respeto y consideración dentro del sector.

En 2006 se empezó a  completar la campaña de extinción con la realización de labores preventivas abriéndose una nueva perspectiva para estos trabajadores tendente a considerar deseable la trasformación de lo que había sido un trabajo temporal en un medio de vida estable, aprovechando, de esta manera,  la experiencia y conocimientos adquiridos a lo largo de años de duro trabajo. Consideramos que sería un lamentable error y una injusticia desperdiciar  el capital humano acumulado.

La Asociación de Trabajadores de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (ATBRIF), creada en 2005, reivindica la conversión de estos trabajadores en personal fijo y la percepción de un salario adecuado a la realización de una actividad que implica un riesgo elevado y que exige una gran condición física. Por eso se hace necesaria la oferta de una segunda actividad para los trabajadores que, bien por edad o por lesiones ocasionadas en el transcurso de su trabajo, no puedan superar las pruebas físicas requeridas para realizar tareas de extinción. De otra forma podrían verse en la calle a una edad complicada para encontrar otro empleo.

Así mismo sería aconsejable, por los motivos señalados,  el establecimiento de un coeficiente reductor de la edad de jubilación como ocurre con otros colectivos profesionales.

Dada la ubicación de las BRIF en el medio rural estos profesionales consideran conveniente ampliar sus competencias en materias como la protección civil de modo que pudieran suplir las carencias en cuanto a servicios de emergencias que sufren estas áreas. Esta importante y necesaria función, que parte de la consideración de las BRIF como servicio público, podría realizarse sin necesidad de grandes inversiones simplemente ampliando la formación del equipo humano disponible para este tipo de tareas.

En la actualidad existen en el territorio nacional diez bases, puestas a disposición de las distintas Comunidades Autónomas dada su gran capacidad operativa, una de ellas, la de “Prado de los Esquiladores”, en Cuenca. Estas brigadas pertenecen a la empresa pública Tragsa dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.

 Desde Equo pedimos al citado Ministerio que atienda las justas reivindicaciones de este equipo de profesionales que ha demostrado una gran vocación y eficiencia. Pedimos que dispongan de una atención sanitaria adecuada a un trabajo que tiene un componente de riesgo y una exigencia física elevados. Esperamos que sea menos generoso con los altos cargos de Tragsa, cuya actuación ha podido ser en algunos casos, más opaca que transparente, y más justo y responsable con los trabajadores de las BRIF, a partir de ahora bomberos forestales, a los que paga un sueldo nada acorde con su nivel de competencia.

Finalmente Equo, al lado de este colectivo, defiende la promoción de una adecuada gestión, protección y restauración de los bosques y la aplicación de políticas forestales basadas en la prevención sostenible.

Miguel Ángel Villalvila (EquoCuenca), con la colaboración de Carlos Martín (asesor de la ATBRIF)