Las serias dudas del CSN sobre la idoneidad de Villar de Cañas como emplazamiento del Cementerio Nuclear

Lo publica el periódico digital “eldiario.es” que ha tenido acceso a un documento interno que el CSN remite a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) en el que se plantean más de 120 aspectos de tipo técnico y cerca de 50 propuestas que pueden ayudar a resolver “las dudas existentes sobre la idoneidad del emplazamiento”.

Entre las observaciones técnicas se alude a dudas sobre la cimentación de edificios para garantizar su seguridad; sobre la posible inundación de las redes de transporte y comunicación; sobre niveles de agua en zona inundable; cálculos insuficientes sobre precipitaciones máximas probables; la necesidad de un sistema de drenaje en la parcela del ATC que impida su encharcamiento; flujo de agua subterránea; una mayor justificación de que el acuífero del subsuelo es “superficial y de poca entidad” y posibilidad de existencia de fallas geológicas que puedan ser “potencialmente activas” así como posible sismicidad en la zona.

Según “eldiario.es”, el CSN “solicita tres informes que "deberán contener evidencias y demostrar", entre otros aspectos, la "estabilidad y competencia del terreno de cimentación, acotando los posibles riesgos de colapso"; un análisis más profundo del comportamiento de las áreas subterráneas; y "una ampliación de los estudios geofísicos destinados básicamente a descartar la presencia actual de oquedades en el terreno".

La información termina recordando que el presidente de ENRESA, Francisco Gil-Ortega, ciudadrealeño que había ocupado varios cargos políticos y sin experiencia previa en el sector nuclear, fue nombrado por Cospedal tras la elección de Villar de Cañas en Cuenca para situar el almacén radiactivo. Y recuerda una vez más que esta localidad fue la que reunió menos apoyos técnicos para albergar el almacén, entre las que presentaron la candidatura.

El asunto puede convertirse en un grave problema para España ya que, al tiempo que se convocan licitaciones de obras multimillonarias para su construcción, aparecen estas dudas del CSN y, en junio de 2007, tendrán que volver a España los residuos franceses que, de no hacerlo, podrán exigir importantes penalizaciones.

En este caso, otra decisión política apresurada puede convertirse en un riesgo notable para el futuro.

Coinciden estas informaciones con otras sobre el interés del gobierno de Rajoy de apresurar las concesiones de las obras a empresas investigadas por el juez Ruz. Lo contaba así el diario “El Plural” (ver aquí), quien también reseñaba que los ecologistas han denunciado “como Moncloa marca los plazos, “priorizando sus intereses partidistas, por encima del interés común”, advirtiendo al mismo tiempo que en la actualidad se siguen desarrollando sondeos y se reconoce que los estudios de caracterización geológica no se han terminado. “Las prisas no tienen justificación técnica pero el presidente de ENRESA estaría presionado por el calendario electoral”, añaden, “los funcionarios deberían tener libertad de actuación para evaluar de forma objetiva el proyecto”. Del mismo modo, Ecologistas en Acción subrayan y lamentan estas prisas del gobierno del Partido Popular por iniciar las obras del ATC en esta legislatura, “lo que están llevando a que se realicen los diferentes procedimientos de licenciamiento sin las debidas garantías para la protección del ambiente y la salud de las personas”.