Cospedal, líder peor valorada de España

María Dolores de Cospedal es la figura pública menor valorada detrás y por este orden de preferencia de: Albert Rivera (Ciudadanos); Pedro Sánchez (PSOE); Alberto Garzón (Izquierda Unida); Pablo Iglesias (Podemos); Susana Díaz (PSOE); Soraya Sáenz de Santamaría (PP); Rosa Díez (UPyD); Mariano Rajoy (PP) y, por fin, Cospedal (PP).

Se trata de la última encuesta de Metroscopia publicada por “El País”. Los dos líderes máximos del PP, el presidente, Rajoy, y la secretaria general, Cospedal, ocupan los últimos lugares en las preferencias de los ciudadanos. A Rajoy sólo le aprueba un 23 por ciento y a nuestra presidenta en funciones, un 19 por ciento. Cospedal mejora un poco en relación a Rajoy cuando se trata de medir su “desaprobación”. En este caso, desaprueba a Rajoy un 75 por ciento y a Cospedal, un 73 por ciento. En saldo final, resultado de restar los que aprueban con los que desaprueban, Cospedal ocupa la última plaza, con un menos 54 por ciento. Este saldo solo es positivo para Albert Rivera, Pedro Sánchez y Alberto Garzón.

¿Y SI RAJOY NO SE PRESENTA?

Tampoco Cospedal ocupa las mejores posiciones a la hora de sustituir a Rajoy como posible candidata en el juicioso caso de que el actual presidente no se presente. La mejor situada es Soraya Sáenz de Santamaría, seguida de Feijóo, Aznar, Esperanza Aguirre, Alfonso Alonso y Cospedal que se sitúa solo por encima de Pablo Casado.

¿QUÉ HA SUCEDIDO EN CUATRO AÑOS?

Muchos se preguntan ahora que ha sucedido en estos cuatro años. En 2011 Cospedal y Rajoy parecían no tener techo, ganaban todas las elecciones allá donde se presentaran por mayoría absoluta, casi por aclamación. Eran los líderes más valorados y parecía que iban a poder permanecer en el poder al menos otros cuatro años. Algunos opinan que ahora es el momento de hacer balance y reconocer o no errores de bulto. De mostrar un poco de humildad o de seguir con la prepotencia. Y también de constatar que, en Castilla-La Mancha, la enorme manipulación de la Televisión Regional no benefició en absoluto a la imagen personal y política de Cospedal. Ni siquiera con la persecución diaria a los líderes de la oposición o el insulto diario a sus profesionales, obra del director y de la jefa de informativos.

Muchos opinan también en su entorno que tampoco funcionó la excesiva presencia de Cospedal en los medios nacionales. Primaron sus errores de comunicación, sus arriesgadas jugadas, su extraña relación con Bárcenas, sus balbuceos, sus mentiras, su “finiquito”, su “vamos a saquear España de la crisis"; los negocios de su esposo, sus idas y venidas a Castilla-La Mancha, su reforma electoral o “pucherazo”, sus tijeras y, por resumir, su forma de hacer nuevo y bueno un viejo refrán: “Quien mucho abarca...”.