¿Y si Aznar moviera el bigote cuando habla? | Miguel Nieto

Un día cuando era muy pequeño mi padre me espetó, “hijo, no te fíes de los que cuando hablan parece que cuchichean”. No entendí lo que mi progenitor quería decirme. Muchos años más tarde recordé aquel consejo y entonces comprendí el alcance de la reflexión: hay personas que cuando hablan no mueven el bigote o labio superior. Uno de ellos es Aznar, que dios no se lo tenga en cuenta.

Sí, lo confieso, fui uno de los pocos (la peor audiencia de todos los programas de Bertín) que vio el miércoles “Mi casa es la tuya”. Hasta la una y pico de la madrugada estuve petrificado delante del televisor esperando una frase que lo mostrara como persona que alguna vez en la vida se equivoca. ¡¡¡Y que si quieres arroz Catalina!!!, mi gozo en un pozo, el error no cabe en este hombre aunque naciera mil veces. Observé que los que estamos equivocados somos nosotros, los que todavía no hemos entendido que Aznar es a la vida política y al bienestar de los españoles, lo que un hábito al monje. No cabe lo uno sin lo otro y punto.

Me llamó la atención enormemente que nada de lo que la historia le reprocha, sea mínimamente admitido, antes al contrario formamos parte de esa subespecie mal informada que opina sin la ortodoxia del que conoce y sabe. Bertín se lo puso dulzón y Aznar abandonó cualquier amago de arrepentimiento para dejar claro que forma parte de los grandes políticos del siglo pasado. No sé si tiene abuela, pero si no que no gasten porque él mismito se lame.

Miren que a éste que escribe le gusta la espontaneidad de Bertín, que soy seguidor de sus programas y de su frescura, pero les juro que con Aznar me quedé con tal cara de paniaguao que si a esas horas de la madrugada hubiera habido alguien en mi casa mirándome, habría exclamado: ¿Es que te ha dado un aire?

Tanto me impresionó el hombre que no mueve el bigote que comprendí por qué la historia esta llena de grandes hitos y a su lado grandes hombres/mujeres (tómenlo esto por lo bueno y por lo malo). Si Aznar no hubiera nacido, habría que encargar un embarazo subrogado, que es lo que se lleva ahora, para que sin tardar lo tuviéramos ya crecidito y gobernando. O dicho de otra manera, los que hemos tenido la fortuna de ser gobernados por él le debemos gratitud de por vida. Esto me recuerda a Corea del norte, Aznar es el gran líder al que tenemos que amar porque así lo quiere la historia.

Y déjense de reproches y excusas vanas, ni Suárez, ni Felipe González, ni Rajoy, ni el moro Muza que venga vestido de lagarterana le hace sombra al líder que inventó la creación de empleo. No lo digo yo eh; su frase fue la que sigue: “En doce años de gobierno de Felipe no se creó ni un puesto de trabajo. Fue en mi mandato cuando pasamos de doce millones doscientos mil trabajadores a dieciocho millones de empleados”. Escuchado lo anterior, me da que Aznar no mueve el labio superior porque se lo estranguló intentando besarse. Ahí lo dejo.

De las foto de Las Azores y del 11 M ni les cuento. “Cien veces que me la tuviera que hacer, la haría”. Y esta otra: “Nosotros ayudamos en lo de Irak por gratitud, por lo mucho que hizo Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo vasco”. ¡¡¡Chupa del frasco Carrasco!!!

En fin, que cincuenta años después le voy hacer caso a mi padre. Desde hoy me impongo la tarea de no fiarme de los que no mueven el bigote, de los que hablan cuchicheando, de los que no se equivocan. Prefiero a los que dudan, a los que oyen, a los que no pontifican; en definitiva, a los que que admiten los errores.

Miguel Nieto

Periodista