Sobre incendios e incendiarios o la metáfora de los bomberos

¿Hemos aprendido algo de la crisis? ¿Hemos realizado un análisis de sus causas? ¿Se han puesto ya en marcha medidas concretas para evitar que se sigan produciendo esas causas que condujeron al desastre de nuestra economía?

Apenas tenemos noticias que respondan a esas preguntas básicas, todo lo contrario. Da la sensación que ha existido y existe una trama para intentar silenciar o envolver en una nebulosa los motivos de nuestro repentino empobrecimiento como país que ha pasado de la abundancia a la indigencia por arte de magia, sin motivos concretos que corregir ni responsables a los que castigar.

Solo sabemos que el gobierno ha decidido apretar cada día más a ciudadanos que contemplan absortos esa nebulosa mientras se pierden empleos, se cierran negocios y se van reduciendo los servicios públicos al mínimo. Tanto que muchos hospitales están o estarán llenos de pacientes, cada vez más vacíos de facultativos y las aulas estarán también hacinadas de alumnos a los que atenderán cada vez menos docentes.

El desastre no queda ahí. Los políticos que nos gobiernan, muy lejos de realizar ante los ojos de todos análisis de causas, han convertido la anterior fiesta enloquecida de la abundancia en una resaca más enloquecida aún con el recorte como único invitado que solo puede generar más crisis, más paro, más cierre de negocios, más gastos sociales y, en definitiva, más crisis.

En una de sus viñetas en este diario, Gusi y Trapote hacen hablar a sus personajes: "Cospedal quiere más pena para los incendiarios", dice el búho. "¿Y para los políticos que recortan el presupuestos contra incendios?", responde el ratón.

Se recorta en servicios contra incendios y los incendios devoran el país. Es, sin duda, la mejor metáfora en un mundo capitalista donde, siguiendo con la imagen, se vive del consumo de la madera de los árboles.


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