Los estipendios de la señora presidenta

No todas las noticias iban a ser negativas para los vapuleados ciudadanos de Castilla La Mancha. El año 2012 se cerraba con una muy positiva, al menos para la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, que declaraba haber ingresado a lo largo del año anterior 158.386 euros netos. Eso después de haber renunciado desde julio de 2011 a sus "plurisueldos" como secretaria general del PP nacional y como senadora.

Sorprende que la fecha elegida para hacer pública una declaración de bienes sea el día de fin de año, cuando los ciudadanos se esfuerzan por olvidar el calendario que se deja atrás, cuando las redacciones de los medios de comunicación están bajo mínimos, al día siguiente no se publica prensa escrita y la nómina de tertulianos goza de un merecido descanso. No hay que ser muy perspicaces para adivinar el ánimo de ocultación que encierra la fecha elegida, más aún cuando esa declaración está firmada el 31 de julio.

Pero lo anterior no deja de ser anecdótico y propio de la fullería de la baja política que practican los políticos de poca imaginación. Denota muy poca moral quien con mano firme rebaja el sueldo de los funcionarios, recorta las partidas presupuestarias de servicios esenciales como educación y sanidad y sólo se muestra sensible a la reducción del déficit, mientras sus ingresos sólo son equiparables al grado de pobreza en que se encuentra sumida una buena porción de la población reginal.

Y denota muy baja talla moral también que haga bandera de la austeridad quien no renunció a dos de sus tres sueldos hasta que se vió obligada por ley cuando tomó posesión como presidenta de la Junta.

En aras a la transparencia la señora De Cospedal debiera aclarar a sus gobernados, aunque no esté obligada a ello, dónde han ido a parar sus cuantiosos ingresos, dado que sólo declara poseer 18.000 euros en cuentas bancarias; qué beneficios fiscales le ha reportado el adquirir su casa de 280 metros cuadrados en Toledo mediante donación; y -esto para satisfacer el morbo popular- si el Fiat Punto adquirido por 7.500 euros es para su uso particular o para el personal de servicio.

Y una sugerencia que, sin duda, caerá en saco roto: con el mismo criterio de vocación de servicio que ha impuesto a los diputados regionales para trabajar en las Cortes por amor al arte, ella podría renunciar a su estipendio como presidenta regional. Sería todo un gesto que dignificaría la política... y que la convertiría en otra cosa.