¿Alguien dice la verdad sobre el recibí?

Este miércoles se ha producido la esperada declaración del gerente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, José Ángel Cañas, quien ha negado ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz su presencia en alguna reunión con empresarios para acordar el cobro de algún tipo de comisión. Además, y sobre el recibí de 200.000 euros con su firma, ha señalado que si firmó algún documento lo hizo por "imposición" por Luis Bárcenas. Dicho de otro modo, Cañas ha admitido la veracidad del recibí, aunque se ha esforzado por negar el cobro.

Una declaración que ha irritado al juez quien ha inquirido al imputado que cómo es posible que rubricara de su puño y letra un documento como ése si no había recibido cantidad alguna, simplemente porque un superior se lo había ordenado. También los otros letrados presentes en la sala han empezado a murmurar ante la enésima versión aportada por un integrante del PP de Castilla-La Mancha respecto a los 200.000 euros que han negado de las formas más variopintas y a veces hasta contradictorias unos y otros.

Lo cierto es que, desde el punto de vista jurídico, la declaración espetada por Cañas al juez Ruz es cuando menos "increíble", como admitían algunos abogados presentes en la causa, aunque quizá la única posible ya que la prueba pericial caligráfica iba a probar que la letra del recibí era suya. Pero si poco verosímil es esta nueva explicación, no menos sorprendente resulta lo que ha dicho el gerente del PP en nuestra región de Luis Bárcenas al que ha descrito como un hombre que se conducía "con violencia", capaz de obligarle a firmar un documento falso simplemente porque "se lo ordenó". En la prisión de Soto del Real seguro que el antiguo responsable de las cuentas de la formación conservadora ha tomado buena nota de estos calificativos con que le han obsequiado y no faltan quienes afirman ya que habrá que estar muy pendientes a las ediciones vespertinas de Pedro J. Ramírez, con la piel cambiada por supuesto, porque se avecinan nuevos y comprometedores papeles autógrafos.

En los pasillos de los juzgados acaso algún espectador haya recordado en voz alta la película "Quemar después de leer" que cosechó el favor del público y la crítica hace no tantos años. Una película muy recomendable para quienes todavía no la hayan visto, cuya sinopsis es reveladora: Ozzie Cox (John Malkovich) es un ex agente de la CIA que escribe sus memorias, mientras que su mujer (Tilda Swinton) tiene un affair con el empleado del Departamento del Tesoro Harry Pfarrer (George Clooney) y quiere divorciarse de él. Tras acudir al abogado, éste le recomienda que antes de todo compruebe todos los datos sobre cuentas bancarias que Cox pueda tener en el ordenador, el mismo que utiliza para escribir sus memorias. Accidentalmente, las memorias quedan guardadas en un CD; y accidentalmente, las encuentran los empleados de un gimnasio, Chad (Brad Pitt) y Linda (Frances McDormand), que creen que es información confidencial de la CIA...