La gran mayoría quiere que García-Page sea el candidato

La gran mayoría de los castellanomanchegos defiende que Emiliano García-Page, secretario regional del PSOE, sea el candidato frente a la secretaria general del PP, María Dolores Cospedal. Así se desprende de una encuesta abierta de www.latribunadetoledo.es que deja lugar a muy pocas dudas. El 80 por ciento de los participantes quiere que sea el aspirante a la presidencia de la Junta de Comunidades porque es el líder de los socialistas en nuestra región, frente a solo un 18 que aún cree que debería llegar la renovación al PSOE. Apenas un 1 por ciento no sabe o no contesta.

Es una muestra representativa, una cala demoscópica de larga duración, como se diría en la jerga de los sociólogos, pues se puede votar desde el pasado día 8 de junio, ya casi un mes. Y también es significativa porque el diario que promueve esta consulta no se ha distinguido precisamente por ser un medio afín al partido de la oposición. Más bien al contrario. Algunas de sus publicaciones y artículos han sido esgrimidos por varios representantes del Partido Popular casi como "dogma de fe" (Juan Vicente Herrera, el presidente de Castilla y León dixit en unas circunstancias análogas al PSOE en las Cortes de Valladolid a propósito de El País) para avalar sus tesis acerca de las mayorías y minorías.

Si se toman en estas encuestas como un valor fiable, incontestable o irrebatible, como lo ha hecho el PP de Castilla-La Mancha cuando asegura que casi todos los ciudadanos quieren una reducción de diputados (el último en hacerlo ha sido el portavoz parlamentario, Francisco Cañizares, en la televisión autonómica), nadie puede dudar entonces del liderazgo moral y del elevado grado de conocimiento que la opinión pública tiene de García-Page al que ocho de cada diez posibles votantes del censo electoral consideran como el candidato más cualificado y apto para medirse con Cospedal.

Y quedan en entredicho algunos planteamientos del argumentario del partido conservador de Cospedal, que a menudo se ha esmerado por presentar al PSOE como una formación necesitada de renovación y cambios, con el mantra de la herencia recibida y las supuestas responsabilidades, en un afán a todas luces exagerado por inhabilitar políticamente a quienes hayan ostentando algún cargo que se compadece mal con la larga y a veces discutible trayectoria en la vida pública de muchos de sus dirigentes. Parece que el proceso de apertura, con primarias incluidas, emprendido por los socialistas sí está calando en la sociedad que no percibe lo mismo en "Rajoy, El Viejo", como lo ha bautizado el periodista Pablo Sebastián.

Ahora solo falta que quienes miran con demasiada frecuencia a la acera de enfrente (como el consejero portavoz, Leandro Esteban, hace no mucho también en la radiotelevisión que pagamos todos, cuando hablaba de cómo debería ser el nuevo líder de la oposición) tomen buena nota y "escuchen a la voz de la calle", por decirlo en sus mismas palabras.