RTVCM: Una cuestión de competencia o incompetencia

Este miércoles por la tarde se celebró el Consejo de Administración extraordinario de la Radio Televisión de Castilla-La Mancha (RTVCM) donde los votos de la mayoría del PP sirvieron para que este órgano se declarara "no competente" para informar sobre la persona que sustituirá a Villa en la dirección del ente público -un trámite necesario para realizar el nombramiento, pero no vinculante-. Los consejeros de la formación conservadora, por boca de la presidenta María del Carmen Marín, aseguraron que el mandato del Consejo "está totalmente extinguido".

Una apreciación sin duda muy cierta porque hace ya más de dos meses que se celebraron las elecciones autonómicas y municipales que arrojaron un equilibrio de fuerzas políticas y un juego de mayorías parlamentarias muy distintos del que sustentaba al Gobierno de Cospedal que eligió hace ya más de cuatro años, sin ningún consenso ni consulta previa a la oposición o los colectivos sociales o asociaciones cívicas, a Nacho Villa para convertirlo en el cargo público mejor pagado.

Llama la atención que, habiendo admitido públicamente que esa encomienda o mandato están ya agotados, no se haya facilitado el relevo del director general general más controvertido de España en estos últimos años desde el propio Partido Popular. Los estrambotes de la "fuerza más votada" o el "cumplimiento de la Ley" que estas semanas han repetido sin cesar los distintos cargos populares, multiplicados por los altavoces afines de la radio y televisión regionales, no parecen haber convencido a casi nadie, ni siquiera a los más allegados al partido de Mariano Rajoy. Como tampoco el martilleo inesperado a través de las redes sociales de este domingo pasado de la senadora y portavoz regional, Carmen Riolobos, con un inventario súbito de supuestos agravios pretéritos que descargó, como artillería pesada o plomo fundido, cuando fue interpelada por algunos delegados sindicales.

También se podría haber cumplido esa Ley que con tanta vehemencia se ha invocado ahora (cuando se ha quebrantado flagrantemente en otros apartados muy importantes, como la separación entre información y opinión o la pluralidad y el rigor informativos) si Nacho Villa hubiera puesto su cargo a disposición del Consejo de Administración en la reunión ordinaria celebrada a finales de mayo o junio. Pero no fue así y la polémica que ha rodeado a su gestión ha proseguido con escaletas cuando menos favorables a los intereses de la formación de Cospedal y expedientes informativos frustrados a redactoras con casi 20 años de experiencia profesional, mientras los últimos datos de audiencias arrojan resultados muy pobres... Una situación realmente complicada que sólo podrá revertirse con una gran competencia profesional en este nuevo mandato que comienza tras un epílogo digno de Luces de Bohemia por lo esperpéntico.