"Bien podrán los encantadores quitarnos la fortuna..."

Está siendo este mes de abril nefasto para Castilla-La Mancha. En vez de lluvias, el cuarto mes del año nos trajo en su cuarto día el fallecimiento repentino de la consejera de Fomento del gobierno de la región, Elena de la Cruz. Joven, de cuarenta y cuatro años, fue la suya una enfermedad, una leucemia que dio la cara solo cinco días antes de que nada humano pudiera hacerse para salvarla. Fue una auténtica tragedia.

Pero la vida no se detiene y los sentimientos se mezclan con la realidad que sigue su curso. A veces se trata de una realidad demasiado prosaica si la comparamos con esas otras verdades absolutas. Llegan otros días con sus afanes y esos trabajos fueron en la región el debate en nuestras Cortes sobre la Ley más importante que debe aprobarse cada año. Debe aprobarse, decimos, porque en este caso no fue así. Los presupuestos de Castilla-La Mancha para este año, 2017, alcanzaban la suma de 8.919,8 millones de euros, cerca de 500 millones más que el pasado año.

El siete de abril, los dos diputados de Podemos en Castilla-La Mancha incumplieron el acuerdo que habían escenificado en enero con el PSOE para sacar adelante el proyecto de ley. Se habían felicitado entonces porque Podemos había conseguido que el gobierno admitiera sus más importantes anhelos como el Plan de Renta Garantizada y otras medidas de apoyo a los más necesitados a los que Cospedal había fustigado y que el nuevo gobierno de García-Page hizo suyas en el proyecto.

No hubo presupuesto, no hay presupuesto, hay que prorrogar el del pasado año que no contiene los avances sociales que se habían introducido y otros para seguir levantando la sanidad, la educación y la Función Pública de Castilla-La Mancha.

Hubo más hechos que pedagogía, que explicaciones por parte de Podemos que presentó en el Congreso de los Diputados un Plan Renta Garantizada similar al que rechazaron en nuestra región.

Ahora, el gobierno de Page y el PSOE han iniciado una campaña para explicar lo que significa el voto de los dos diputados de Podemos que al final fue el mismo voto que el del Partido Popular. Ese no que aún han sido incapaces de explicar, al menos en relación con el daño infligido a Castilla-La Mancha, las numerosas medidas sociales introducidas en el texto que deberían haberse priorizado por encima de otras cuestiones de mucho menor calado que, de momento, han sido la excusa del partido morado.

Una vez más recordamos a don Quijote en su lucha contra los gigantes: "Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, mas el esfuerzo y el ánimo será imposible".

elObservadorDCLM