¿Primera víctima en la Junta de Cospedal por el "sainete" de las urgencias?

El Consejo de Gobierno de este jueves ha traído una noticia inesperada en los mentideros políticos de Castilla-La Mancha. Se trata del cese ("a petición propia", según la Junta de Cospedal) de José Miguel Benito como secretario general de la Consejería de Sanidad, cargo que pasará a desempeñar Patricia Navarro.

Así lo ha anunciado en rueda de prensa el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, que ha agradecido la labor realizada por Benito al frente de la Secretaría, que ha calificado como "extraordinaria".

"Ha sido espectacular, con él hemos ajustado el coste de los servicios de una forma titánica, y le agradezco esta ingente labor", ha dicho Echániz, que ha resaltado que Navarro "es una letrada con larga trayectoria profesional que será una dignísima sucesora".

Benito, que ha querido tomar la palabra al finalizar la rueda de prensa, ha agradecido la confianza depositada en él por parte del consejero y de la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, y ha subrayado que su compromiso adquirido con el Gobierno fue estar al frente de la Secretaría General "en esta primera fase dura e importante", y "una vez superada" regresar a la actividad privada.

"Ha sido un honor, un orgullo y un placer haber podido como castellano-manchego trabajar para mi tierra y haber formado parte del equipo de Cospedal y de Echániz", ha terminado.

De otro lado, Patricia Navarro ha agradecido la confianza del Gobierno regional para desempeñar su nuevo cargo, y ha subrayado que accede a él "con ilusión y ganas de trabajar para todos los castellano-manchegos".

Un intercambio de parabienes y loas, no exentos de algún remilgo gratulatorio, que en algunos círculos periodísticos se lee ya entre líneas de una forma muy distinta, especialmente a la vista de los antecedentes. No en vano cuando Diego del Valle cesó en su cartera de máximo responsable de las cuentas regionales se alegaron problemas de salud, pero luego su familia desmintió de manera categórica que hubiera algún impedimento físico para seguir desempeñando su responsabilidad.

Pero en este caso del secretario general de la Consejería de Sanidad hay quien va más allá en estas horas posteriores a la comparecencia del titular, José Ignacio Echániz -que tan poco se prodiga por cierto en ruedas de prensa en nuestra comunidad y tanto aparece últimamente en los escaparates madrileños de cobertura nacional-, y vincula ya el "cese a petición propia" con lo que el secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha calificado este jueves como un verdadero "sainete". Se refiere, claro está, al cruce de declaraciones contradictorias que ha habido en los últimos días en torno a si la decisión sobre el cierre de las urgencias nocturnas ha sido técnica o política.

Cabe recordar que este miércoles José Antonio Sánchez, responsable de Gerencia de Urgencias y Emergencias del Transporte Sanitario desde el último trimestre de 2011, cuando fue nombrado por el Gobierno del PP, aseguró que él no había tomado la decisión de reorganizar los horarios de los Puntos de Atención Continuada, como se repite eufemísticamente en la radiotelevisión autonómica para eludir siempre el término "cierre". Horas después tuvo que salir a la palestra el gerente del Sescam, Luis Carretero, para matizar que "la decisión de reducir horario de PAC es de técnicos, de la Dirección General y del SESCAM en su conjunto".

Sea sainete, vodevil o simplemente esperpento valleinclanesco (el género puede variar según la hora del día o la intensidad de las declaraciones), lo cierto es que hay quienes ya comentan, siempre en voz baja para evitar el índice acusador, que en realidad toda esta escalada de puntualizaciones, matices y apostillas no hacen sino poner en evidencia la ineficacia del "cortafuegos" que el Gobierno regional ha querido desplegar para evitar las posibles responsabilidades políticas que podrían derivarse de una resolución definitiva de la Justicia contraria a la "modificación horaria".

En este sentido, Benito sería la primera víctima política de dos semanas realmente complicadas donde la noticia del cierre de las urgencias ha llenado minutos y páginas en los medios con más seguidores. No en vano presentadoras tan populares en la franja matinal como Ana Rosa Quintanar en Telecinco o Susana Griso en Antena 3 se han volcado en mostrar a la audiencia el enfado generalizado de pueblos como Tembleque en Toledo o Sisante en Cuenca con decenas de testimonios que han echado por tierra, literalmente, los esfuerzos del canal autonómico RTVCM, dirigido por Nacho Villa, de no mostrar ni una sola imagen de las protestas.

Ahora, a falta de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha concluya sus largas deliberaciones, algunos analistas incluso van un poco más lejos y recuerdan esa frase lapidaria de María Dolores Cospedal, "que cada palo aguante su vela" cuando se conoció la cuenta con 22 millones de euros en suiza del extesorero del PP, Luis Bárcenas. Pero en este caso aplicada a la responsabilidad, política o técnica, de que los centros de salud echen el cierre sólo por motivos económicos.

Después de todo, quizá en el Gobierno de Cospedal haya quien piense que más vale un relevo políticamente correcto ahora, lo que en román paladino vendría a ser 'ponerse la venda antes de la herida', una decisión que acaso sea acertada, sobre todo porque las urgencias amenazadas con la clausura vespertina y/o nocturna, como dice Echániz, sólo atienden "otitis o lumbalgias".