Carta "sin tapujos" a Cospedal

Sra. Presidenta, me dirijo a usted públicamente por dos motivos muy diferenciados. El primero, porque éste puede ser el único cauce por el cual tenga la mínima oportunidad de que mis palabras lleguen a sus oídos y, con un poco de suerte, que durante mucho tiempo le retumben bien fuerte en su cerebro. En segundo lugar, para que la sociedad sepa de primera mano lo inmoral que es usted, pero sobre todo, lo mala que puede llegar a ser una persona.

En la localidad donde vivo, Yuncos (Toledo), hay aproximadamente 10.500 personas empadronadas, por lo que, no se le puede considerar un pueblo pequeño. Un lugar que, antes de las últimas elecciones autonómicas, usted visitó y donde declaró que era un ejemplo a seguir, económicamente hablando.

No sé si sabrá, y me baso en las palabras que dijo en aquel entonces y a las cuales acabo de hacer referencia, que su compañero de filas del Partido Popular y alcalde de la localidad, Gregorio Rodríguez, hasta hace cuatro días tenía a nuestros mayores ubicados en un hogar donde solamente había un cuarto de baño para ambos sexos. Un hogar que su espacio no era muy superior al de un zulo. Y aunque ahora, por fin, después de tantos años de promesas para engañar a los jubilados del lugar, ha tenido la decencia de cumplir y llevar a cabo algo tan necesario para la localidad como era el construir un centro digno, sigue teniendo, no solo a ellos, sino al resto de la población bajo el manto indecente de un centro de salud precario, insuficiente y, sobre todo, de la edad media en cuanto al centro de nuestros hijos se refiere. Situación, ésta última, donde usted tiene la máxima responsabilidad y que ahora le explicaré el por qué.

Pero antes le voy a seguir contando, y sigo basándome en las palabras que usted pronunció en su día, de la gran faceta económica que se ha llevado a cabo en esta localidad.

Yuncos es una de las localidades que más IBI pagan en la actualidad, que si lo comparamos con los servicios e infraestructuras que nos brindan, es simplemente... UN ATRACO A MANO ARMADA.

Sin embargo, y esto es lo curioso ya que a lo mejor fue a lo que usted hacía alusión de la gran economía de esta localidad, es que su alcalde es uno de los mejores pagados de toda España, ganando incluso más que algunos ministros del Gobierno de la Nación. Un alcalde que, por cierto no sé si sabrá, no hace mucho le acaban de imputar por PRE-VA-RI-CA-CIÓN.

Un alcalde que, entre otras lindezas, despide al personal de ludoteca porque estos no están de acuerdo con sus actuaciones y que en estos momentos, por estos caprichitos de autoritario del alcalde, el resto de los ciudadanos tenemos que pagar el pato, ya que un juez ha sentenciado que era un despido improcedente, por lo que, o las readmitían o las indemnizaban y, por supuesto, el prepotente señor Rodríguez ha decidido que el pueblo pague 70.000 euros.

Un alcalde que, con el último plan E de 900.000 euros, construyó un parking subterráneo que está muerto de risa, aún a sabiendas de las necesidades reales de nuestra localidad. Al parecer, y de esto saben mucho ustedes, este tipo de infraestructuras son 'cojonudas' para el desarrollo económico de una población, je je je, más bien, y presuntamente, para el engorde de los bolsillos de algunos.

Qué gran economía, ¿verdad señora Cospedal? Una economía típica de aquellos que solo les preocupa sus propios intereses.

Pero lo que realmente le quería decir, y es por lo que le digo en el primer párrafo de esta carta que usted no tiene vergüenza, es por la anulación total de la obra que llevaba mucho tiempo licitada para la construcción de algo tan necesario como es el Centro de Salud para Yuncos. Infraestructura muy esperada en esta localidad, sobre todo, por su indiscutible necesidad, y que usted se ha encargado de pisotear.

Me podría usted preguntar, con todo el derecho del mundo, que por qué es tan necesaria. Pues se lo voy a explicar.

El actual centro de salud estaba preparado para unas dos mil personas, pero actualmente, solo empadronadas, hay más de 10.000. Un centro pequeño con dos plantas el cual no da opción, ni siquiera, a que una persona con discapacidad o personas con lesiones temporales de movilidad puedan acceder a esa segunda planta. Aunque aquí el alcalde ya prometió un ascensor, promesa, como otras tantas, que quedo en UNA MENTIRA MÁS.

Pero lo más grave de todo esto es el Centro Pediátrico. Un centro que es literalmente, cuestión que cualquiera puede comprobar, UNA CASETA DE OBRA. Un lugar que en cuanto se ocupa por cinco o seis personas con sus respectivos carros de niño ya no cabe un alma, por lo que el resto tienen que salirse a la calle, y donde muchos inviernos cuando llueve te obliga a irte, a mojarte o, simplemente, a buscarte la vida.

Esto es simplemente una situación inhumana y que gracias a usted va a seguir siéndolo.

Ya sé que usted de todo esto entiende poco y, seguramente, se la trae al fresco, más si cabe, cuando se puede permitir el lujo de llevar al suyo donde le plazca, incluso pagar sustanciosas cantidades para la educación del mismo, cuestión que, por otra parte, no le envidio ya que lo mío es lo público, eso que ustedes intentan machacar.

Pero lo que sí quiero dejarle muy claro es que con el bienestar sanitario de mi hijo no se juega, ni usted señora Cospedal, ni Dios que baje de los cielos, porque no lo voy a consentir, aunque para ello tenga que poner mi vida por delante. Cuestión que gracias al devenir de mi existencia le puedo asegurar que haría sin pestañear.

Aun así, tengo la confianza de que el alcalde de la localidad me dé una explicación de todo esto, aunque para ello tenga que remover todos los rincones de la localidad para buscarle, porque normalmente es un señor, al menos conmigo, algo asustadizo, cuestión que no entiendo porque yo no me como a nadie, al menos crudo. Pero, sobre todo, espero que me diga que va a luchar para que esto no sea así, porque, le reitero, con la salud de mi hijo NO JUEGA NI DIOS, menos aún, personajes de la farándula política como lo son ustedes.

Enrique Rivas Díaz,
Portavoz de la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia en CLM.