"Salsita Picante"o en manos de quién está Villarrobledo

La memoria es el baúl donde se guarda la historia de cada cual. La del concejal de Villarrobledo Andrés Martínez López, autor del exabrupto del que informamos en dclm.es no tiene desperdicio porque está preñada de originalidad, por no decir de estupidez. ¿Saben qué apodo se puso allá por los años 90 en su aparición en un programa de Antena 3 que dirigía el malogrado Jesús Puente? ¿Que no? Pues nada más y nada menos que "Salsita Picante", así como lo leen. ¡Ya prometía!

El programa era uno de esos en los que se busca pareja y tienes que mostrar tus habilidades de conquistador. Allí Andrés empezó a mostrar lo mucho que llevaba dentro, lo mucho que iba a dar a la historia. Era cosa de esperar para convertirse en un personaje de aquí te espero comiendo un huevo.

No les descubrimos nada si les contamos la vergüenza que sentíamos por el ridículo que hacía. Y desde entonces a "Salsita Picante" le ha perseguido su gran fama de showman de la vida. Por ello ahora, cuando la ha cagado y de qué manera diciendo lo que ha dicho, a quien se lo ha dicho y en los tiempos que lo ha dicho, no nos queda más remedio que decirle que es un cabeza hueca que no se merece manejar una responsabilidad como la que tiene en el ayuntamiento de Villarrobledo. Nada más y nada menos que concejal de Empleo, es decir el responsable de lidiar con la gente que más problemas tiene, que más necesita que la escuchen. ¿No creen que le viene grande el puesto?

Por ello, según hemos sabido, el susodicho Andrés se llevó una buena huasca que le puso la cara como un tomate. ¿Merecida? No estamos por aquello de que la letra con sangre entra, pero hay veces en las que las palabras son insuficientes. "Da el hijo en adopción y métete a puta". ¿Y no se le ha caído la cara de vergüenza?

Desde esta tribuna le decimos s "Salsita Picante" que siga su carrera hacia el abismo y al tiempo le recomendamos a su alcalde que lo eleve a los altares porque elementos de este calibre no se encuentran todos los días. Vamos, que escupe al suelo y le cae en la cara.