Gibacars Almansa: ¿sueños rotos o la historia de un embolao?

Si lo que dice el diario El Plural es cierto (ver aquí), y no tenemos por qué dudarlo, lo de la fábrica de coches descapotables en la localidad albaceteña de Almansa bien puede ser una historia de sueños rotos, los de aquellos parados que vieron una oportunidad para encontrar trabajo y ahora se topan con la cruda realidad de no saber si era un montaje con fines electorales.

Si la gran inversión que vendría a acabar con el paro de la comarca, 180 millones de euros nada menos, es un bluff, una añagaza, una mentira o llámenlo como quieran, estaríamos ante la mezquindad más absoluta de unos políticos que han generado ilusión en sus ciudadanos a sabiendas de que estaban vendiendo humo. Dicho más claro, si el alcalde de Almansa, Francisco Núñez, a su vez presidente de la Diputación y del Pp de Albacete, no se olía la tostada y fió la inversión en alguien que había sido rechazado en Cataluña y Andalucía por desconfianza en el proyecto, estaríamos ante un político poco serio.

Y el caso es que venía avisado desde esas comunidades, por lo que no cuadra que en su instinto político no surgiera la pregunta: ¿Por qué se fijaron en Almansa y por qué en Francisco Núñez?

Un análisis mínimo nos da la primera respuesta: vendieron la idea a un alcalde del Partido Popular, pero no a un alcalde cualquiera, fue al alcalde que además es presidente de la Diputación y presidente del Partido Popular en la provincia. O sea, hombre muy cercano a Cospedal.

¿Y por qué a él? Segunda conclusión: quién mejor podría contarle a la presidenta la importancia del proyecto a la hora de allanar el camino de las subvenciones.

CUANDO LAS DUDAS PESAN MÁS QUE LAS CERTEZAS

Nos extraña que no se hayan hecho estas preguntas pensando en lo que se jugaban. Pero hay más: ¿No detectó Francisco Núñez situaciones chocantes en sus encuentros con los empresarios de Gibacars? ¿En su visita a Martorell no le sonó raro que le guardaran las espaldas dos "armarios" de seguridad? (foto de arriba). ¿Y si fue así, por qué fue tan lejos abriendo la demanda de empleo y creando expectativas cuando las dudas eran más que las certezas?

No entramos en quién es Joan Llagostera, administrador único de Gibacars, pero sí en la frivolidad de aquellos que no hicieron los deberes de asegurarse con quién se jugaban una cosa tan seria como es la credibilidad. Porque las dudas que surgen a raíz de la exclusiva de El Plural, pesan más que todos los titulares de prensa que han vendido.

De lo de poner como consultora legal a la madre del concejal de Urbanismo, ni hablamos porque entonces tendríamos que deducir dos cosas: una, que los de Gibacars son chapuceros hasta decir basta por enseñarle a la sociedad lo que es un ejemplo de prevaricación; segunda, QUE el alcalde de Almansa no se entera de nada. Aunque en su descargo se pueda decir que con tantos empleos todo es posible.