Movimientos necesarios

Este lunes el PSOE y Podemos han decidido trabajar en la misma dirección en algunas iniciativas parlamentarias. Así se desprende de la reunión encabezada por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en la Cámara Baja. Es un paso muy importante porque supone que ambas formaciones no parecen dispuestas a seguir enfrentándose entre sí, en una competencia poco saludable hacia un liderazgo ineficaz de la oposición que en realidad solo refuerza la mayoría conservadora del PP en el Congreso de los Diputados.

Ha trascendido que Sánchez ha puesto sobre el tapete la Declaración de Barcelona, a la vez que ha invitado al líder de Podemos a apoyar una subcomisión en el Congreso para revisar la Carta Magna, donde deberían estar todos los partidos del hemiciclo, siempre antes del referendum independentista. 

El PSOE también ha propuesto el análisis de una renta mínima para los parados mayores de 50 años sin ingresos, un plan de rescate a los jóvenes y la subida salarial que reclaman los sindicatos. Sin olvidar la lucha contra la corrupción.

Lo cierto es que los primeros pasos para el entendimiento y la cooperación se han dado en Castilla-La Mancha, con la oferta de Emiliano García-Page a José García Molina de entrar en el Gobierno. Frente a las descalificaciones casi instantáneas de quienes les han bautizado como "radicales" (y siguen recurriendo a esa consigna sin interrupción), es indudable que esa iniciativa ha marcado un punto de inflexión no solo en el desbloqueo institucional y político de nuestra comunidad sino también en el panorama nacional. 

Como ha dicho el diputado de Podemos y exportavoz del partido en el Congreso, Íñigo Errejón, este domingo, en España solo habrá "gobiernos progresistas que empiecen a soldar la brecha social" si previamente existe un entendimiento entre Podemos y el PSOE. Es cierto que para algunos sería mucho más saludable seguir contribuyendo al sándwich, pero no cabe duda de que lo verdaderamente necesario para nuestro país es soltar el lastre de las pinzas, reales o imaginarias, y caminar hacia una unidad de acción que frene los recortes y contribuya a una equidad social y económica que brilla por su ausencia.