Ahora vamos menos al notario a casarnos, divorciarnos o hacernos pareja de hecho

Desde julio de 2015, con la entrada en vigor de la Ley de Jurisdicción Voluntaria, los notarios pueden celebrar matrimonios y autorizar separaciones o divorcios, actos que han experimentado un rápido crecimiento a pesar del poco tiempo transcurrido. En términos interanuales (julio-diciembre 2015 y julio-diciembre 2016), los matrimonios ante notario en Castilla-La Mancha se han multiplicado por 17 y las separaciones o divorcios se han triplicado.

Para informar a los ciudadanos sobre la labor que desarrollan los notarios en algunos aspectos claves de la pareja, entre ellos el de poder recibir asesoría imparcial y gratuita sobre las dudas que puedan tener antes de llevar a cabo estos actos, el Consejo General del Notariado ha editado cerca de 7.000 folletos informativos que se están distribuyendo por las 130 notarías castellano-manchegas.

En el año 2016, los notarios castellano-manchegos han celebrado un 21% más de actos relacionados con las parejas que en el año anterior, un aumento derivado del fuerte incremento registrado por la celebración notarial de matrimonios, separaciones y divorcios y la subida de casi un 6% de las capitulaciones matrimoniales.

Pese al incremento de los matrimonios, divorcios y separaciones ante notario, en cifras absolutas, de los 2.447 actos realizados por los castellanomanchegos en 2016, un 84% (2.059) corresponden a capitulaciones matrimoniales, seguidos de las bodas, divorcios y separaciones, un 14% (337) y de las uniones o un 2% (51) a parejas de hecho.

CRECIMIENTO EXPONENCIAL DE MATRIMONIOS

Atendiendo a las cifras, y al comparar el periodo julio-diciembre de 2015 con el mismo periodo de 2016, los enlaces ante notario en Castilla-La Mancha experimentaron un aumento del 1700% y los divorcios y separaciones un 177%.

También se observa que, si durante los primeros seis meses de vigencia de la ley los notarios castellano-manchegos realizaron muchos más actos de separación y divorcio que matrimonios (36 separaciones y divorcios y 6 matrimonios), distancia que se ha ido acortando a medida que avanzaba 2016 para terminar el año celebrando más bodas que divorcios o separaciones (108-100). En términos absolutos (julio 2015- diciembre 2016) los notarios castellano-manchegos han formalizado 167 bodas y 212 separaciones o divorcios.

Las capitulaciones matrimoniales recogen el acuerdo ante notario por el que se elige el régimen jurídico que regula la relación económica del matrimonio (separación de bienes o gananciales), y en el que también pueden recogerse otros aspectos como donaciones, normas de convivencia o pactos en caso de ruptura.

En 2016 se realizaron en Castilla-La Mancha 2.059 capitulaciones matrimoniales, de las que 1.948 (95%) fueron de separación de bienes, frente a las 111 (5%) parejas que se decantaron por cambiar a un régimen de gananciales. Esta diferencia se produce porque en casi todas las comunidades autónomas el Código Civil establece como régimen económico del matrimonio los bienes gananciales. Tan solo en Cataluña e Islas Baleares el régimen que rige es la separación de bienes. Navarra, Aragón y parte de Vizcaya cuentan con sistemas propios muy parecidos al de gananciales.

PAREJA DE HECHO

Las uniones de hecho pueden formalizarse ante notario, siempre que ambos integrantes de la pareja sean mayores de edad o emancipados y no estén casados ni sean pareja de otras personas.

Si una pareja acude a una notaría para formalizar una unión de hecho, el notario redactará la escritura pública en la que ambos reconocerán convivir de forma marital; les explicará las posibilidades existentes para regular su economía y les asesorará sobre cuestiones relacionadas con su descendencia y su sucesión, entre otros asuntos.

En España no existe una normativa nacional que regule estas uniones. En la actualidad, 13 comunidades autónomas tienen leyes propias sobre el tema, aunque con grandes diferencias entre ellas, y las otras cuatro regulan estas uniones mediante decreto. Por eso es tan importante declararse formal y públicamente pareja de hecho y acordar en escritura pública aspectos de enorme trascendencia como los económicos y hereditarios, por ejemplo.