¿Por qué no aplica el Gobierno el 155 de la Constitución?

La intervención del rey Felipe VI ha dejado mucho más claro el paisaje presente de nuestro país. Cuando acontecen hechos como los de días recientes, los ciudadanos de a pié solo tienen en mente una pregunta ¿Y ahora qué? Cada jornada, se preocupan por saber que viene después de esto que empezó siendo el capricho de un dirigente que ni siquiera fue votado por la ciudadanía. 

En los mentideros políticos, se escucha mucha palabra hueca y sin fondo, porque opinar no cuesta dinero, otra cosa es la viabilidad y la efectividad de las medidas que los ciudadanos y las ciudadanas sugieren para terminar con lo que comenzó siendo una riña pero que ya ha cogido tintes de pelea fratricida.

El monarca dio un tirón de orejas a quienes tienen la responsabilidad de poner fin a esta catarsis, que no son otros que los legítimos poderes del Estado. En ellos se incluyen en primer lugar el Gobierno, que no debería haber consentido este desmaño descabellado y sin sentido al que ha llegado por su falta de diálogo. Los españoles hemos aprendido que un Gobierno no dialogante, no es un buen gobierno. En segundo lugar se refiere el monarca con los legítimos poderes del Estado en la resolución de este conflicto, a la Cámara de representación territorial que es el Senado. Institución minusvalorada que tenemos convertida en el cementerio de elefantes políticos,  (al que se ha cuestionado su existencia en innumerables ocasiones, pero sumamente necesaria en momentos como el de hoy) y al que cuesta mucho trabajo poner en funcionamiento, porque desde la aprobación de la Constitución, jamás ha estado al 100% de su rendimiento, a pesar de tener quizá un exceso de miembros que lo componen. Ambos Gobierno y Senado, ostentan la responsabilidad de la resolución de este conflicto. Tanto en uno como en otro la mayoría es del Partido Popular.

“Los legítimos poderes del Estado deben asegurar el orden constitucional, la vigencia del Estado de derecho y el autogobierno de Cataluña basado en la Constitución y su Estatuto de Autonomía”. La intervención del monarca no deja lugar a dudas en su contundencia.  

Nadie va a entrar a valorar en este momento si se debe o no se debe reformar la Constitución española, porque el problema acuciante es la ruptura social existente en nuestro país. Primero hay que solucionar y después valorar la posibilidad de esta reforma constitucional, por lo tanto, en este momento no cabe otra solución que dialogar o aplicar el tan nombrado artículo 155 de la Carta Magna. Para ello existen una serie de movimientos, que a pesar de la gravedad de los acontecimientos, el Partido Popular, que es quien tiene la herramienta en sus manos, aún no ha movido un solo dedo.

Es el Gobierno central quien tiene que realizar requerimiento al Gobierno catalán para que atienda sus obligaciones legales vigentes, no futuras, ni oníricas. Es a partir de este momento, cuando el Gobierno autónomo díscolo rechace (si es que rechaza) volver a la normalidad, cuando el gobierno en manos del Partido Popular debe presentar un escrito al presidente del Senado en el que se incluirá el contenido y el alcance de las medidas que se pretenden aplicar en Cataluña, así como la justificación del incumplimiento al requerimiento del Gobierno catalán.

A continuación la mesa del Senado debe remitir este informe a la Comisión General de las Comunidades Autónomas, quien a su vez requerirá a Puigdemont a enviar las alegaciones que estime convenientes en un plazo de tiempo determinado así como la designación de una persona que ejerza su representación.

Cumplidas estas formalidades la Comisión General de las C.A. emitirá un dictamen razonado, y posteriormente el Pleno del Senado debatirá y votará la propuesta por mayoría absoluta (de la que el Partido Popular disfruta).

Sin embargo el PP de momento no ha movido un solo dedo para la aplicación del artículo 155, alegando que necesita el apoyo del PSOE. Actualmente la composición del Senado son 147 senadores populares, 62 socialistas, 20 de Unidos Podemos y En Marea, 12 Esquerra Republicana de Cataluña, 6 Partido Nacionalista Vasco, 6 del Bloque Nacionalista y 11 del Grupo Mixto (Dentro de este último están los 2 senadores de  Ciudadanos).

¿Por qué no aplica el Gobierno central el artículo 155, ante su ya demostrada incapacidad para el diálogo?

Probablemente nunca lo sabremos, porque nunca nos lo dirán, pero la respuesta está en un lugar muy cercano a la COBARDÍA. 

Dclm.es