La Universidad y los vertiginosos cambios

Cada día descubrimos algo nuevo en el mundo de la tecnología. A veces nos sorprende mucho más si pensamos en el pasado reciente, nuestros primeros móviles y, algo antes, en los enormes teléfonos fijos sobre las cómodas de nuestras casas o de las casas de nuestras madres o nuestras abuelas.

Depende de la edad de cada uno, lo cierto es que se avecina una enorme transformación tanto social como tecnológica, lo que se denomina el internet de las cosas, las acciones impulsadas por la voz, los coches sin conductor…Parece que un elevado porcentaje de los trabajos de los próximos años son hoy desconocidos.

Ante este panorama, no hace falta explicar la tarea que tiene por delante la educación y, mucho más, la Universidad que es el nexo entre la preparación y el mundo del trabajo.

La innovación como eje para la Educación centra en el Campus de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) un foro de debate para compartir e intercambiar experiencias dirigida a los docentes. Han sido inauguradas por el vicerrector de Investigación y Política Científica, Julián Garde; la vicerrectora de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria, María Ángeles Zurilla; y el decano de la Facultad de Educación, Sixto González. Se trata de las II Jornadas de Investigación e Innovación Educativa que inciden en la obligación del educador a estar abierto a nuevas posibilidades que le ayuden diseñar sus propios proyectos para contribuir a la mejora y a la práctica más eficaz del proceso enseñanza-aprendizaje.

Esta segunda edición insiste en la necesidad de adaptarse a una educación cada vez más dinámica e innovadora debido a los incesantes y vertiginosos cambios en el ámbito social y tecnológico. Circunstancia que lleva consigo una continua puesta a punto sobre los procedimientos para ejercer la docencia que ofrecen los avances tecnológicos y que demanda el tejido social. No en vano, como ha afirmado Sixto González, “el docente debe estar atento a las nuevas posibilidades que se le abren y ser capaz de diseñar sus propios proyectos de innovación para contribuir a la mejora y la práctica más eficaz del proceso enseñanza-aprendizaje”.

Son numerosas las propuestas de los diferentes especialistas. Lo que queda claro es que si no nos queremos quedar atrás será preciso que toda la sociedad, gobierno, universidad, empresas…unan su trabajo no solo para saber manejar el futuro sino también para colaborar en su creación.