López Miras firma el "Manifiesto" y el Senado aprueba la modificación de la Ley del Agua

Da igual si la cuenca no tiene caudal o si los embalses están secos. Poco importa que una tierra fértil y de regadío se haya transformado en un desierto en el que en estos días cae la nieve. Murcia celebra que su presidente haya firmado el "Manifiesto Levantino del Agua" que, dicho sea de paso, se elaboró en el mes de octubre. Un manifiesto contradictorio y poco solidario en el que se asegura que en Murcia vive una "situación de extrema gravedad, desde tiempos remotos, la huerta levantina". Tan remotos son los tiempos como que siempre fue tierra de secano, eso sí bañada por el Mediterráneo en sus playas, que hicieron despegar en los sesenta el negocio del turismo.

Ese manifiesto define las decisiones políticas como "la sequía de soluciones pretéritas que han dado pie a la situación insostenible que vivimos hoy", olvidando de nuevo el pasado y no queriendo mirar al futuro. Sin tener en cuenta el cambio climático, ni el calentamiento global. Sin reconocer esa tierra definida por su propia naturaleza como "de secano", que ha recibido agua hasta esquilmar los pantanos de la cabecera del Tajo por el capricho de un “dictador“ de transformarla en regadío, por lo que no fue discutida, ni votada, ni estudiada. Tan solo decretada por "imperativo legal" y acatada por los ciudadanos por obligación o por miedo a las consecuencias.

Se considera al Trasvase Tajo-Segura como previsión hidrológica, con una valoración técnica discutible, cuando no reprobable y sabiendo como bien dice este manifiesto que "la escasez de recursos en Murcia es endémica y cíclica". 

En su manifiesto solicitan de manera prioritaria el "mantenimiento del acueducto Tajo-Segura”, pero tal y como avisaron los regantes, no se conforman solo con esto. Además  solicitan "Facilitar las cesiones de derechos sobre el agua", cuya experiencia ya vivió esta tierra en el mes de septiembre cuando se realizó un “trasvase” que tenía forma jurídica de “cesión” cuando el volumen de los pantanos ya no permitía legalmente un trasvase. Piden también sacar la "máxima producción para las desaladoras", "mantener la regeneración de las aguas", "modernizar los regadíos", pero además quieren aumentar los trasvases haciendo nuevos acueductos, o al menos eso se entiende cuando piden "ejecutar obras hidráulicas para garantizar el regadío". Obras hidráulicas que serán pagadas por todos los españoles, sin recargo ninguno para los regantes, ni para el Gobierno murciano ya que además solicitan "Una tarifa justa y proporcionada al resto de los usuarios", sin ser conscientes que algunos usuarios no necesitamos obras hidráulicas para regar, porque el agua discurre por nuestro territorio. 

Llama poderosamente la atención, que el presidente de Murcia, López Miras, haya firmado este Manifiesto precisamente este martes, cuatro meses después de su redacción, y justo un día después de haber sido aprobado por el Senado el proyecto de ley para paliar los efectos de la sequía, que modifica la Ley de Aguas y en el que se encuentran medidas aplicables a las cuencas del Segura, Júcar y Duero. En el proyecto se incluyen exenciones fiscales, moratorias a la Seguridad Social, Ayudas de un Fondo de Compensación y Líneas de crédito preferenciales. 

Lo preocupante de este proyecto de ley es que además se incluye el "suministro de agua mediante recursos no habituales como son los pozos de sequía, la cesión temporal de derechos y el agua desalinizada" en este orden precisamente, lo que demuestra una vez más que las desalinizadoras siguen siendo accesorias, supletorias, y secundarias. 

En esta tierra ya tenemos experiencia en "cesiones de derechos" y en "apertura de pozos de sequía", ahora será más fácil consumarlo. Alguien debería explicarnos a los ciudadanos por qué este proyecto de ley ha sido aprobado en el Senado con 25 votos a favor y 2 abstenciones, en una Comisión de Medio Ambiente, que preside el toledano Jesús Labrador (PP). Mientras, esperamos que en el Congreso haya una votación con resultado diferente. De momento, el presidente de Murcia sigue apostando a caballo ganador.

 Dclm.es