García Tejerina, al igual que Cospedal, dice lo contrario de lo que hace

Decía Celestina “Haz lo que yo bien digo, pero no hagas lo que yo hago” y es inevitable recordarlo al escuchar a la ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medioambiente, Isabel García Tejerina,  hablar del agua, durante el desayuno-coloquio organizado por ABC Sevilla. En esta ocasión, la ministra ha dicho que "Andalucía tiene en el Gobierno de España su mayor aliado", aunque "puede haber una batalla entre comunidades autónomas socialistas". 

En su tarea informativa y para quien no conozca a la ministra, Tejerina ha argumentado que "El Gobierno central trabaja en una política de agua con visión de futuro que nos permite afrontar esta escasez de la manera más eficiente posible y con el máximo consenso". Dicho así parece un discurso con buena retórica, de no ser porque  lo dice quien ha esquilmado los embalses de cabecera del Tajo para regar campos de Golf en Murcia, llenar balsas, o empapar el secano de regadíos irregulares, porque "esta es la manera más eficiente de distribuir el agua" y, sobre todo, por el "máximo consenso" que hay en sus decisiones cuando se habla de los niveles de los embalses, los caudales ecológicos y el respeto del mínimo caudal trasvasable.

Tal vez haya convencido a Phil Hogan, comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea, presente en la sala. Puede que incluso haya convencido a algunos andaluces que allí estaban, pero sus palabras hacen dudar a la amplia generalidad de los agricultores españoles, víctimas de sus desmanes y mala planificación hidrológica, aunque haya explicado que "las claves han sido y serán la planificación y el diálogo, indispensables para hacer frente a un desafío que avanza de manera inexorable", porque que existe un desafío es innegable, y que avanza inexorablemente es algo tangible y palpable, pero que las claves han sido la planificación y el diálogo es algo mucho más discutible. Diálogo nulo y planificación lamentable es lo que ha habido por parte del Gobierno central en la distribución del agua, que para nada es equitativa y que sigue un cauce contra natura, algo que, además, según sus manifestaciones se empeña en mantener.  

Una vez leídas y re-leídas sus declaraciones, se puede llegar a dos conclusiones. Una es que está muy perdida de la realidad, esa de la que habla Cospedal que supone tener los pies en el suelo. La otra es que sus discursos son totalmente opuestos a sus acciones, porque lo que sí es evidente y manifiesto es el resultado de la nefasta gestión que se ha hecho en la planificación del agua en los últimos tiempos, agravados indiscutiblemente por la intensa sequía del cambio climático. El mismo cambio climático que Rajoy y Rafael Hernando cuestionaban hace solo un par de años. Claro que ya viene siendo tónica habitual en el PP decir lo contrario de lo que se hace y de ahí que la ex presidenta del Castilla-La Mancha, Dolores Cospedal, niegue los recortes cuando gobernó esta tierra, de la misma manera que niega la corrupción en el Partido Popular. 

Dclm.es