Tirado, la poda, los conejos y los molinos

Se ha lanzado al monte y ya no hay quien le pare. Vicente Tirado ha salido de los despachos de las Cortes y de la sede toledana del PP y, emulando a un activo Don Luis Sánchez Mejía el galán rival de don Juan Tenorio, parece recitar aquello de “yo a las cabañas bajé/ yo a los palacios subí, yo los claustros escalé…”. Mejor, no seguir…Vicente se vistió la pana verde para iniciar su precampaña por tierras del Quijote. Se fue al concurso de poda de viñedo de vaso a su pueblo natal, el toledano Miguel Esteban, para mostrar sus habilidades con un par de tijeras bien afiladas. Sus rivales políticos tardaron poco en relacionar la poda en vaso con las tijeras de Cospedal y nombraron a Tirado “campeón honorífico podando”. Sin inmutarse, Tirado escaló después donde los molinos de Consuegra habían sido azotados por el temporal destruyendo parte de su preciosa arquitectura. Anunció que pediría en las Cortes ayuda inmediata y los rivales le respondieron que no se preocupara tanto pues el Gobierno ya realizaba gestiones para devolver la belleza robada por el viento a los gigantes. El tercer lance del día fue solicitar un pacto institucional para resolver la plaga de conejos que sufren los agricultores de la región, soluciones que también están en marcha sin necesidad de reunir a la mesa del gabinete regional para afrontar las crisis.

Y en todas partes donde habló, Vicente descubrió en sus palabras un nuevo “buenismo”, una nueva e inusitada estrategia por la paz y el acuerdo, por mejorar el campo, la ciudad y la playas de Castilla-La Mancha. Eso sí, con el tema de los conejos aseguró que el presidente Page es el enemigo número uno del campo y de los agricultores, que una cosa es la estrategia y otra la inercia.

Ha comenzado Vicente Tirado la campaña electoral por si acaso Cospedal no tiene al final el capricho de presentarse y le toca a él. Intenta lavar imágenes este PP que se ha pasado cuatro años podando y otros tres zahiriendo. Sin duda los conejos, las viñas y los molinos le agradecerán sus desvelos.

elObservadorDCLM