García Tejerina debería visitar Castilla-La Mancha

Si hay un ejercicio de paciencia para comprobar de cuanta dispone cada uno de nosotros, ese es escuchar a la ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

Esta semana ha hecho unas declaraciones donde, por si no lo sabíamos, ha dicho que va a seguir trabajando por su cuenta, con ayuda o sin ella. Con consejos o sin ellos. Escuchando a la gente o sin hacerlo. Su endiosamiento, o tal vez ser amante de los "narcisos", le ha llevado a afirmar que "El gobierno tiene suficiente experiencia, rigor técnico, trabajo, vocación y compromiso, como para avanzar, incluso si no nos siguen otras fuerzas políticas", y lo dice porque "ese acuerdo debe ser transparente y no tener color político", y es que es evidente que será del monocromático color de su partido.

El gobierno de Mariano Rajoy, tiene experiencia, rigor técnico, trabajo, vocación y compromiso, en políticas hidrológicas, como para pasar por alto los hectómetros que deben tener los pantanos de cabecera para aprobar trasvases. Tanto como para no respetar los caudales ecológicos. Suficiente para que la Comisión Europea les dé un toque de atención por sus políticas hidrológicas. Porque son tan transparentes que no hay más color político que el del Partido Popular.

Quiere convencernos Tejerina, en su razonamiento reflexivo, que "la política hídrica del Gobierno de Rajoy es uno de sus éxitos silenciosos", tan silencioso y tan inapreciable que los ciudadanos no nos hemos dado cuenta de ello, nos ha pasado completamente desapercibido, no sabemos exactamente cuáles son esos éxitos.

Las políticas hídricas no son solo los riegos de levante, es sobre todo el abastecimiento humano y sigue habiendo restricciones. Es además la permisividad con los vertidos sin depurar en el dominio público hidráulico. Es ese río Jarama entrando en el Tajo con una carga de residuos manifiesta y apreciable a simple vista, pero Tejerina afirma que "El gobierno está especialmente comprometido con los aspectos medioambientales" y por ello dice con contundencia que "los vamos a gestionar si o si". Solo una humilde recomendación para empezar a gestionarlos: dejen de pisar la moqueta de los despachos, comiencen a pisar arena y acérquense hasta Aranjuez para apreciar con una simple mirada el aspecto ecológico y medioambiental de la desembocadura del Jarama en el Tajo. Visiten los pantanos de cabecera, Entrepeñas y Buendía, para contemplar en qué los han convertido.

Ya vemos que García Tejerina conoce bien Doñana, el Mar Menor y el Delta del Ebro, que define como espacios emblemáticos. Somos conscientes que ignora el río Tajo a su paso por Toledo, del que nunca habla aunque si esquilma. Debería visitar las Tablas de Daimiel, las Lagunas de Ruidera, o el Calar del Río Mundo, para comprobar que también son espacios emblemáticos, que se encuentran en Castilla-La Mancha y que también merecen la defensa del gobierno.

Dclm.es