Cifuentes, Letizia y el juez alemán

- ¿Vienes al paseo, Julita?

- Ay no, hija que ahora dan el telediario y estamos todas locas a ver qué pasa.

- ¿El telediario? ¿Desde cuándo vemos todas el telediario?

- No pareces muy enterada, Clara, porque está de lo más emocionante. Por un lado, tenemos a la Cifuentes que es la presidenta de Madrid. Resulta que fue a la Universidad y le dieron un título pero luego se ha sabido que ni fue a la Universidad ni le dieron el título, bueno sí se lo dieron pero sin ir a las clases ni presentarse a los exámenes de fin de máster. Y ella dice que sí y, ahora, que la culpa la tiene la universidad. Y piden que dimita, los de Ciudadanos y los otros.

- Desde luego, Julita, cómo se nota que tienes un hijo abogado que te lo explica todo. Mi Adolfo, como se está divorciando, solo me habla de las manutenciones y de la bruja que es su ex, que a mi no me caía mal y dice que no me va a dejar ver a mis dos nietos…

- ¡Lo mismo que la Letizia!, que no deja que la abuela de besos a sus hijas y el otro día le dio un beso robado a una en la frente y fue Leti y se lo borró con la mano como hacían algunas en el pueblo. Eso, después de lo que pasó en Palma que iba doña Sofía a hacerse una foto con las nietas y Leti se puso en medio. Ahora ya han llamado a capítulo y parece que todo va como la seda, que eso le tienes que decir tu a tu hijo, que es mejor lavar los trapos sucios en casa y que de cara al exterior todo sea jiji-jaja. Está super interesante, Julita.

- ¿Y lo del alemán?

- Ese es un juez que no ha querido soltar al Puigdemont, el catalán, el que se quiere ir de España, hija, que el domingo les dimos bien a los alemanes con la Copa Davis y en una plaza de toros, casi cinco horas estuvimos todas viendo el partido, que si ventaja, que si set, allí estaba Rafa dando saltos…

- ¡Ah! Por eso no había nadie por ninguna parte, pues Julita me voy contigo a ver las noticias y ya me sigues poniendo al día…Así que dices que ganamos al tenis al juez alemán…No sabía yo que los jueces jugaran al tenis.

- No hija, no, ya te lo explicaré luego, calla, calla que empieza.

Gloria Gallas