El 'batracio' de Cospedal renuncia a la presidencia del PP de Madrid

No sabemos lo que tiene María Dolores de Cospedal que todo lo que toca lo convierte en oro. Últimamente estrechar lazos con la ministra de Defensa o unirte a su “pandi” en el PP, provoca que aceche sobre la persona una sombra de sospecha. O no elige bien Cospedal a sus amistades o le gusta rodearse de “los más malos”.

Hoy su nombre vuelve a estar en el titular de una noticia negativa para el partido, y es que es difícil poner en Google el nombre de la expresidenta de Castilla-La Mancha y que no esté relacionada su reputación con casos de corrupción, recortes o malas actuaciones políticas.

Este viernes Cristina Cifuentes ha presentado por carta su dimisión de la presidencia del PP de Madrid, a la secretaria General del partido en España y presidenta del mismo en nuestra región. En esa misiva le cuenta a María Dolores que su “renuncia es irrevocable” y que “ha sido una decisión dolorosa” que la ha tenido que tomar para no perjudicar a los madrileños ni a su partido. De lo último se podría haber dado cuenta cuando le estaban regalando el máster o mantenía en la Asamblea de la Comunidad de Madrid las mentiras para tapar el escándalo.

Cristina Cifuentes, que no cesa de todas sus responsabilidades a las que ha accedido bajo la marca PP -porque sigue de diputada-, se va de Génova como lo haría cualquiera que abandona su puesto de trabajo: dando gracias y regalando los oídos del jefe por lo que un día te pueda esperar. Ha mostrado su lealtad a Mariano Rajoy, y asegura “haber sentido su cariño y aliento”.

No debe ser fácil despedir a una amiga a la que has aupado hasta la presidencia de la Comunidad de Madrid. A Cospedal le empiezan a salir ranas y batracios como a Esperanza Aguirre.

El Observador.