Catalá es el mejor ejemplo para entender el "Principio de Peter"

A pesar de que los populares de Castilla-La Mancha reprochan con insistencia la trayectoria del presidente regional, con una larga lista de cargos y años en política, es mucho más diversa la del madrileño y diputado por Cuenca Rafael Catalá, que desde 1988 no ha dejado de trepar por los altos cargos de la Administración. Sin embargo su labor más catastrófica y demoledora, es la que está ejerciendo en el nivel máximo de incompetencia de su trayectoria, porque su incapacidad no le dejará ya ir más allá, aunque mientras nos le tengamos que "comer con patatas" como ministro de Justicia. 

Cuando "colocaron" a Rafael Catalá de ministro de Justicia, había pasado por Sanidad y Consumo, AENA, CODERE, Educación y Cultura, Hacienda. Fue incluso gerente del hospital madrileño Ramón y Cajal, pasó también por la UNED y posteriormente por Fomento, hasta que llegó a Justicia. Es el mejor ejemplo para entender el "Principio de Peter": En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia máxima: la nata sube hasta cortarse.

Un ministro que fue reprobado por el Congreso de los Diputados, con el voto favorable de todo el hemiciclo a excepción de sus compañeros de bancada; al que se une el agravante de que no fue el único reprobado. A este "zasca" dado desde el Congreso de los diputados al Ministro de Justicia, hay que sumar el dado conjuntamente al entonces Fiscal General del Estado, y al Fiscal Jefe Anticorrupción. Ambos cargos políticos designados por el PP al igual que el ministro.

Si leyéramos esta noticia en un medio internacional, probablemente pensaríamos en una "república bananera", con injerencias del poder ejecutivo sobre el judicial causante de estas reprimendas. Pero no era una república bananera, era España, con un gobierno del Partido Popular y para rizar más el rizo, el motivo era un caso de corrupción política que afectaba a su partido. ¿Qué "tragaderas" debemos tener los españoles para comernos esto? ¿Hay otro ejemplo mejor para entender lo de "comulgar con ruedas de molino"? 

En aquella ocasión se atrevió a decir que quizá quienes tenían el problema eran las fiscales que no pensaban como él, o como sus superiores jerárquicos, que para el caso es lo mismo. 

Ahora tiene pendiente para el día 22 de mayo una huelga de jueces y fiscales con una serie de reivindicaciones entre las que se encuentra la de la "independencia del Ministerio Fiscal y la autonomía presupuestaria", y es que el río suena porque lleva agua, lo que no sabemos es si moverá el molino, porque ya en 2015 el sindicato de Secretarios Judiciales denunció que el ministro funcionaba como una "agencia de colocación" en el nombramiento de cargos y ahí le tenemos todavía con reprobación incluida. 

Ya no nos extraña que diga que "El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) debería haber ejercido su potestad disciplinaria contra Santiago González", el magistrado que emitió el voto particular en el caso de "La Manada", "porque tiene un problema y el CGPJ deberá examinar si está en plenas facultades para realizar su labor". Algo que podemos permitirnos el lujo de decir todos, pero no un ministro de Justicia ante los medios de comunicación. Porque si tiene información que el CGPJ no tiene debería haberla puesto en su conocimiento a tiempo, no tras la sentencia. Si no la tiene lo mejor que podría haber hecho era callarse y dejar de alarmar a la población con la credibilidad de los jueces. 

No sabemos ni nos importa el problema singular del juez González y es una opinión generalizada que su voto discrepante está mal fundamentado porque es excesivamente subjetivo y roza lo esperpéntico e increíble. Los ciudadanos simplemente queremos que funcione la administración de justicia sin injerencias políticas aplicadas desde el ministerio. Opinión sobre la sentencia tenemos todos y libertad para darla también, pero no como ministros.

Después de todo, la dimisión no llegará porque siempre surgen las excepciones cuando se trata de algún "amigo" de Cospedal. 

elObservadorDCLM