Alta traición, "consejos de guerra" y maniobras de distracción

El Partido Popular de Cospedal pretende engañar y traicionar otra vez a Castilla-La Mancha, en esta ocasión con el que llaman “Pacto del Agua”. Quieren que el Gobierno de nuestra región, el PSOE y el resto de los partidos políticos apoyen un pacto que en ningún caso es un pacto, ya que en realidad se trata de otra pretendida imposición: ¿cómo pueden hablar de Pacto del Agua si Castilla-La Mancha no ha participado en absoluto en las negociaciones previas? ¿Qué tipo de pacto es ese en el que una parte impone sus intereses y sus condiciones sobre la otra?

Con todo el descaro que tal vez les hemos permitido, piden el apoyo a un Pacto del Agua en el que solo han participado los mal llamados “barones” del PP, mal llamados porque a los barones se les supone cierta nobleza y en los dirigentes de Valencia y Murcia junto a los del PP de Castilla-La Mancha solo se atisba algo tan plebeyo y villano como pretender llevarse el gato al agua o el agua del Tajo a sus territorios y perpetuar el trasvase a través de un decreto que quieren vestir de consenso.

No es la primera vez. Esos mismos barones del PP, junto a Cospedal y Mariano Rajoy firmaron el llamado “memorándum” del Tajo, otro pacto en el que solo intervinieron los firmantes del PP que ha estado a punto de poner la puntilla definitiva a un río que han convertido en una cloaca. Aquella y esta es la misma foto de la traición a Castilla-La Mancha. Como ya comentamos entonces, todos eran del Partido Popular: el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y los presidentes de Castilla-la Mancha, Comunidad Valenciana, Murcia y Madrid, María Dolores de Cospedal, Alberto Fabra, Ramón Luis Valcárcel, e Ignacio González, respectivamente.

Ahora, Cospedal ya no es presidenta de Castilla-La Mancha y no pueden decir que nuestra región apoya el acuerdo. Claro que pueden decir lo que quieran aunque la verdad es que entonces Cospedal traicionó a nuestra Región firmando ese memorándum en nuestro nombre. Ahora, su ministra García Tejerina quiere que desde Castilla-La Mancha, la cuenca cedente y prioritaria, apoyemos un Pacto del Agua que sirva para cerrar la polémica ante las siguientes generaciones, al margen, dice, de los cambios que puedan producirse en los gobiernos de España, un pacto o un decreto o un engaño que perpetuaría los trasvases y el expolio del Tajo.

Cospedal ya traicionó a Castilla-La Mancha con el memorándum, con el cementerio nuclear y con su política de recortes inmisericordes. Vuelve ahora a intentar una nueva alta traición a nuestra región. La portavoz socialista en las Cortes, Blanca Fernández, ha jugado con las palabras para decir grandes verdades. Ante su traición y ya que Cospedal es ministra de Defensa ha pedido para ella un “consejo de guerra”, algo obviamente virtual o una agudeza de palabras que desde el PP han entendido como una ofensa para solicitar la dimisión de Fernández y crear una cortina de humo que oculte la verdad: la alta traición reiterada de Cospedal a Castilla-La Mancha. Y no vamos a entrar ahora en los insultos mucho más descarados y directos que llevan años profiriendo los dirigentes del PP en nuestra tierra.

Ya está bien de que nos tomen por tontos, Castilla-La Mancha no puede apoyar un pacto en el que no nos han permitido intervenir, un pacto que no es un pacto sino una burda imposición: solo nos han invitado para firmarlo.

Algunos desenmascaramos muy pronto las verdaderas intenciones de Cospedal cuando en mala hora llegó a nuestra tierra. Otros han necesitado más tiempo y otros siguen intentando que pasemos por alto sus altas traiciones porque en el fondo Castilla-La Mancha es la cuenca cedente y para ellos eso significa que debemos ceder en todos sus intereses y en todos sus caprichos.

El Partido Popular, las ministras Tejerina y Cospedal, apoyan descaradamente a Murcia en la polémica sobre el Tajo y como piensan que los castellano-manchegos somos absolutamente idiotas reclaman nuestro acuerdo para perpetuar el trasvase en vez de pensar en otras alternativas que nosotros no tenemos, como las desaladoras.

Dclm.es