Pedro Sánchez: ¡Que viene el sacamantecas!

Alguien me contaba esta mañana que algunos sectores interesados o crédulos se mostraban verdaderamente asustados con el cambio de Gobierno, que rezaban a la Virgen, se santiguaban y proferían expresiones como “¿y qué vamos a hacer ahora Dios mío?”, como si una catástrofe de consecuencias imprevisibles, pero funestas en todo caso, se hubiera cernido sobre nuestra pobre España.

Como si una plaga bíblica (moscas, úlceras, granizo, langostas...) se hubiera precipitado sobre nosotros, los más negros heraldos se lanzaban desde algunos sectores ultras del Partido Popular, se aireaban en tinta negra por ciertos medios de comunicación en sus primeras páginas, se propagaban por tenebrosos predicadores de radio y televisión quienes pintaban un panorama tan negro que nos hizo recordar a la saga de “Cocos y asustaniños en la mitología de Castilla-La Mancha” que recopiló en DCLM, Marcel Félix de San Andrés, también autor de unos dibujos espeluznantes.

Más propios de la Edad Media, estos predicadores callejeros de todo pelaje han procurado mostrar al nuevo gobierno, presidido por Pedro Sánchez, como uno de esos “Sacamantecas”, “Carlancos”, “Tíos Camuñas”, “Hombres del saco” o “El entiznao”, esos monstruos que los padres utilizaban para asustar a sus niños y que llegaban una noche con el saco al hombro para secuestrarlos y, de paso, sacarnos a todos la manteca.

Sin embargo, la llegada del nuevo gobierno supuso en realidad para muchos otros un manantial fresco lleno de esperanza que venía, precisamente, a librarnos de los que durante tantos años nos han sacado la manteca, nos han ofendido, mentido, robado y engañado.

Muchos sentimos que este mes de junio ha llegado con un regalo que nos ha librado de golpe, en apenas cinco días, de toda la saga de truhanes, bribones, aprovechados o tunantes, una familia sobre la que proponemos a nuestro amigo Marcel un nuevo tratado para que algunos, interesados o crédulos, no se preocupen tanto y sepan de verdad de qué nos hemos librado, sobre todo quienes nada tienen que agradecer a la derechona corrupta sino, todo lo contrario. Los verdaderos sacamantecas han pasado ya a los libros de la historia.

elObservadorDCLM