Retrato de una política mezquina

Fue la estrategia marcada por María Dolores de Cospedal durante los últimos tres años, una política que inició desde el minuto uno en que perdió la mayoría absoluta para gobernar Castilla-La Mancha cuando Page la sustituyó en la presidencia con el apoyo de Podemos.

Era y parecía mezquina. Cospedal utilizó el Gobierno de Mariano Rajoy y a todos sus peones en la región contra Castilla-La Mancha. Fuera verdad o mentira, Cospedal se empeñó en demostrar que García-Page no podía hacer las cosas bien y en el caso de que Page consiguiera vencer los obstáculos que levantaban desde el PP y el Gobierno del Estado, había que insistir cada día en que el trabajo del actual gobierno de Castilla-La Mancha era lo menor acertado posible como en realidad fue el de Cospedal.

No importaba si con Page la región prosperaba, si mejoraba la economía, el paro, la sanidad, la educación,el diálogo, el prestigio, todos los servicios sociales. No importaba si la radio y la televisión regional eran infinitamente menos manipuladoras que durante el mandato de Cospedal.

EL MARTILLO PILÓN DE LOS PORTAVOCES DE COSPEDAL Y EL CEMENTERIO NUCLEAR

Porque había que demostrar a toda costa que la región no prosperaba y que la culpa era de García-Page a quien Cospedal pretendía arrebatar de nuevo la presidencia de la región a cualquier precio. Y si las cosas nos iban mejor, el martillo pilón del ejército de portavoces del PP tenía que insistir cada día en lo contrario.

Al mismo tiempo, la por entonces ministra de Defensa no podía perder uno de sus principales proyectos: la construcción en Castilla-La Mancha de un peligroso cementerio nuclear, una obra multimillonaria que siempre estuvo rodeada de oscuros intereses.

Y EL APOYO A MURCIA CON EL TRASVASE DEL TAJO

La maldad no terminaba ahí porque en vez de apoyar a la tierra que le había dado toda la confianza, Cospedal prefería apostar con decisión por otras regiones cuando existían intereses contrapuestos. Así, todo el aparato del Gobierno del Estado, en este caso con el apoyo de la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, García Tejerina, se inclinó por apoyar los negocios particulares de la horticultura murciana a costa de secar un poco más el ya moribundo Tajo.

En noviembre del año pasado, Mariano Rajoy recibió en La Moncloa a Fernando López Miras, nuevo presidente de Murcia quién, gracias a la abstención de Ciudadanos, ocupó el cargo que abandonó Pedro Antonio Sánchez, obligado a dimitir el ser investigado por sus implicaciones en el Caso Auditorio y la trama Púnica.

Rajoy recibía así al joven presidente de Murcia para hablar especialmente de los trasvases del Tajo pero nunca recibió al de Castilla-La Mancha quien le solicitó audiencias en numerosas ocasiones. Tantas que el consejero portavoz del gobierno regional llegó a asegurar que era la propia Cospedal quien prohibía a Rajoy que recibiera a Page.

AHORA COSPEDAL NO TIENE A RAJOY PARA QUE EL GOBIERNO DEL ESTADO NINGUNEE A CLM

Los diferentes portavoces del PP en Castilla-La Mancha apoyaban los trasvases y el cementerio nuclear y cada día insistían en lo rematadamente mal que lo hacía Page, aunque las estadísticas mostraran todo lo contrario. En esa oposición del PP siempre existe la rara sensación de que sus airados portavoces están criticando en realidad todo lo que Cospedal hizo mal en Castilla-La Mancha: hay que decir que la televisión manipula con Page cuando la verdad es que manipulaba y mucho con Cospedal. Y así con todo lo demás.

Ahora Cospedal ya no tiene a Rajoy para ningunear a nuestra región, para que el presidente del gobierno del Estado niegue el pan y la sal al gobierno de Castilla-La Mancha. Siguen ahora más solitarios que nunca los peones de Cospedal en la región, seguramente con la puesta en escena de un papel en el que aparezcan más enrabietados que nunca.

Y ES DE ESPERAR QUE SÁNCHEZ TRATE MEJOR A NUESTRA REGIÓN

Es de esperar que el nuevo presidente de España, el socialista Pedro Sánchez, trate mejor a nuestra tierra que como la trató Rajoy en connivencia con Cospedal. Es de esperar que Sánchez hable con Page sobre temas que nos incumben y nos afectan como la financiación autonómica, el cementerio nuclear y la política del agua. Existe de hecho una notable diferencia entre el Pacto del Agua elaborado por el PSOE de Sánchez con el Pacto propuesto recientemente por Rajoy y los barones del PP, sin participación alguna de Castilla-La Mancha, un acuerdo que aseguraba los trasvases al margen de posibles cambios de gobierno.

No queremos ser más que nadie pero tampoco menos mientras esperamos la decisión de Cospedal sobre su futuro político.

DCLM