Castilla-La Mancha, siempre y por si acaso

Cuando María Dolores de Cospedal anunció su candidatura a la sucesión de Mariano Rajoy, muchos supusieron que esa decisión invalidaba ya a la ex presidenta de nuestra región para presentarse a las elecciones autonómicas del año próximo: ¡qué poco la conocen!

Castilla-La Mancha es siempre una opción, aunque sea la última para Cospedal. En el caso de que los militantes opten por otro candidato o candidata a la presidencia nacional de su partido, es lo más probable que se guarde bajo la manga su último posible refugio. Podrá o no ser elegida sucesora de Rajoy y, en caso de no serlo, podrá o no decidir si se presenta a las elecciones del próximo mayo en nuestra región.

Cospedal siempre ha jugado con numerosas cartas en la mano, ha compatibilizado más cargos que nadie y los ha utilizado todos en su propio beneficio.

El resto de los líderes del PP en Castilla-La Mancha se dedican a contemplar el panorama sin reaccionar, sin opinar siquiera que, en caso de perder la gran baza nacional, Cospedal quedaría tan tocada que difícilmente podría aspirar a ganar a García-Page: ¿no sería mejor que cuanto antes se diera paso a otra figura del PP en Castilla-La Mancha para que fuera preparando con tiempo su candidatura?

No. Todos firmes, como si la lideresa no hubiera dado ya muestras de dilapidar la confianza que en su día depositaron en ella los electores en nuestra comunidad.

En su película particular, comentará con su esposo, el empresario López del Hierro: “Siempre nos quedará Castilla-La Mancha”.

O no.

elObservadorDCLM