Los números de la Sanidad en CLM no cuentan

Tan solo han pasado cuatro años, aunque pueda parecer que han sido muchos más. Cuatro años del fallecimiento de Jannet Beltrán, la nicaragüense que murió en la UCI del hospital Virgen de la Salud, después de haber esperado más de 4 horas en la sala de espera de urgencias. Aquella mujer a la que el Sescam entonces bajo el gobierno de Cospedal le pasó la factura posteriormente. 

Han sido 4 años desde que Marta Jiménez acudió al servicio de urgencias de Talavera de la Reina con un tobillo inflamado falleciendo cinco horas después sin que sus familiares supieran que estaba ocurriendo dentro. 

Cuatro años desde que un hombre murió en la sala de espera del Centro de Salud de Escalona después de esperar más de 20 minutos mientras sufría un infarto. 

Han sido solo cuatro años desde que Jomian Lionel falleció solo en Cuenca. Solo porque a su madre le fue retirada la ayuda de 387,64 euros. Un niño de 13 años con parálisis cerebral, al que le faltaba un pulmón y tenía en otro afectado por escoliosis severa, con anemia constante, que no podía hablar, ni controlaba esfínteres, se alimentaba por botón gástrico y requería transfusiones constantes; aun así, Cospedal le retiró la ayuda que percibía y también le pasó factura después del fallecimiento.

Solo han pasado 4 años desde que los desplazamientos a clínicas privadas de Madrid eran necesarios para determinadas cirugías. En plena crisis, los ciudadanos debían viajar hasta a 80 km de distancia y volver a su punto de partida en tren o autobús que corría de su cuenta también. 

LOS DATOS VAN MEJORANDO. NO ES NECESARIO COMPROBAR LAS LISTAS DE ESPERA

Hoy sabemos que los datos sanitarios de la región van mejorando paulatinamente y que el esfuerzo que se está haciendo desde el gobierno regional es palpable y tangible solo mirando las inversiones en nuevas tecnologías y en la contratación de nuevos profesionales. No es necesario ver los documentos contables, para comprobar este aumento. No es necesario pedir las listas de espera para saber cuánto tiempo tardan ahora en darnos cita. Quienes respaldaban esas políticas de recortes, tienen hoy la osadía de decir que los datos no son ciertos. Los populares de Castilla-La Mancha se permiten el lujo de decir que todo es mentira, porque piensan que todo el mundo actúa de la misma manera que ellos. La propia Cospedal ofreció una encuesta del grado de satisfacción de los ciudadanos de Castilla-La Mancha con la sanidad pública, pero no mostró la fuente, ni los datos sobre la muestra realizada: todo hacía presagiar que se trataba de una encuesta inventada y nunca se demostró la realidad de las cifras.  

Los últimos 3 años, los niños castellano-manchegos no han tenido que hacerse 170 kilómetros para ser intervenidos quirúrgicamente en La Milagrosa y volver a casa sin tratamiento post-operatorio, algo que sí ocurría con Cospedal. Aun así los diputados regionales del Partido Popular, se permiten exigir lo que ellos no hicieron cuando tuvieron la oportunidad mientras hablan de falsedades y mentiras. No se han dado cuenta de que a los ciudadanos los números les dan igual, lo único que entienden es la eficacia y el buen trato y eso es algo que no es necesario que nos expliquen los políticos, porque cada uno de nosotros lo puede valorar. No es necesario calcular los pacientes que han perdido la vida en las salas de espera de urgencias en los últimos tres años, no tenemos noticia de ninguno, solamente pensemos cuántas veces hemos tenido que salir de la región para ser atendidos por un médico. 

Dclm.es