Los dos del máster

Este PP renovado se parece mucho al otro PP, el que existía antes de su renovación. Han querido vendernos que han enterrado el pasado pero contemplamos el caminar errático de los mismos zombis capitaneados por el viviente Aznar, un PP resucitado con los mismos muertos políticos.

Nada más nacer, el nini prototipo de jóvenes ultras aprovechados, con un regalado acceso a oportunidades de currículum y trabajo, aparece cuestionado públicamente por una causa muy similar a la que se llevó por delante a Cristina Cifuentes. Son los dos del máster.

Más que rearme ideológico, el Partido Popular debería sentarse a idear alguna ideología o continuar con la de siempre: apoyos mutuos benéficos, una gran familia, poderosa y bien situada para manejarse en los provechosos negocios ocultos y la eutanasia desasistida para el resto de los mortales que deben pagarse y trabajarse máster y empleos precarios con verdadero esfuerzo, para no llegar a casi ninguna parte. Si no son ellos, nunca serán como ellos.

Ese viaje no requiere renovación porque lleva siendo más de lo mismo desde hace ochenta y dos años en nuestra España.

Por eso no necesitan hacer autocrítica aunque esta vez se hayan pasado. Siguen adueñándose del himno nacional y de la bandera que juran a medias o desgarran con el líder de Ciudadanos para ver quién se lleva el mayor retal rojigualda.

A ver ahora quién gana en su previsible y entusiasta alianza con los del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), los independentistas radicales de Puigdemont a los que sumarán sus votos en el Congreso para que no se limpie RTVE y para que el gobierno de Pedro Sánchez no pueda sacar adelante proyecto alguno que beneficie a España.

Esta es nuestra historia. Así estamos.

elObservadorDCLM