El Mr Marshall de Villar de Cañas / Sara

Ayer me dijo Manoli que han parado el basurero nuclear de Villar de Cañas. Cuidado que trajín han traído todo el tiempo y con qué poca claridad. Una lee las noticias y no se entera muy bien de lo que tienen entre manos. Menos mal que un día le pregunté a Patricia, la hija de mi amiga Encarna que estudia de eso de las nucleares. Ella me explicó que esa basura hay que guardarla en algún sitio aunque lo ideal es que dejaran de hacerla. Luego me contó que como el basurero de Villar de Cañas no está hecho, cada central nuclear está guardando la suya, que tampoco me pareció mala idea porque ya están preparados para ello con anterioridad. Y es que tanto gasto inútil me pone enferma.

El caso es que ahora que lo han paralizado, miro al alcalde de Villar de Cañas y me recuerda al de la película "Bienvenido Mr. Marshall". Tanto vociferar y tanto preparar. Tantos planes de una residencia para la tercera edad. Tanto afirmar que el basurero "si o si" ¿Y ahora qué? Yo no sé qué pensarán los vecinos del pueblo, pero si yo tuviera un alcalde así me pensaría muy bien a quién votar en las próximas elecciones.

El otro día mi Paco se dejó el periódico encima de la mesa y leí que el alcalde había dicho que la decisión de la ministra, esa que mira por el medio ambiente y el futuro de nuestros hijos y que se apellida como el de ciudadanos pero con B. Bueno que la decisión de la ministra había sido por "hacer una gracia a Page" y me pregunto: ¿cuál es la gracia? porque yo no le veo ninguna. Que me pongan un basurero de algo que puede traerme enfermedades a mí y a los míos no es algo que me haga mucha gracia, la verdad. Eso sin tener en cuenta que los animalillos que son más listos que las personas se irán de la zona. Probablemente no saldrán las plantas de siempre y lo que es peor ¿y si se contamina el agua de los grifos? ¿Qué bebemos? ¿Con qué hacemos la comida? ¿Cómo nos bañamos? ¡pues menuda es la gracia que ve el alcalde al tema¡. 

Decía el alcalde en el periódico que diga lo que diga la ministra, "los técnicos del CSN le iban a decir que el ATC hay que hacerlo sí o sí". Otra vez tuve que preguntar a Patricia qué era el CSN y el ATC. Me explicó que el CSN eran los expertos en basureros nucleares entre otras cosas y que el ATC en realidad es un basurero nuclear. Ahí fue cuando comprendí que no nos enteramos de la "misa la media" porque se empeñan en cambiarle el nombre las cosas, para parecer más bonitos, aunque yo creo que en realidad lo hacen para engañarnos. 

En fin, que una confía en que Pedro Sánchez y la propia ministra llamen a las cosas por su nombre, como hace García-Page y sobre todo tengan las ideas más claras que el alcalde de Villar de Cañas, que mientras revolvía todo el pueblo al son de "que viene el ATC" ha visto pasar por debajo del balcón del Ayuntamiento un camión en que se podía leer la palabra Enresa. 

Sara