Pablo Casado abraza todas las desgracias para sacar tajada política

El joven presidente del Partido Popular ha llegado como un kamikaze a la primera línea de la política. Es un hombre hábil con la palabra si la tiene escrita pero cuando los periodistas le acorralan y le sacan del guion muestra sus carencias. Y estas se manifiestan con rancias improvisaciones, echando mano de la retahíla de dogmas que provocan la pasión de la derecha.

En menos de un mes en el cargo, ya ha quemado la bala de la inmigración y del terrorismo de ETA. Sobre la primera, se fue a dar la mano a Algeciras a unos cuantos africanos que no entendían el español de Casado mientras alertaba a su público de una llegada masiva de migrantes a nuestras costas.

Esta semana ha disparado la bala de ETA. El presidente del PP ha querido relacionar a toda costa el apoyo del PNV a la moción de censura de Pedro Sánchez con el acercamiento de presos de la banda terrorista a cárceles del País Vasco.  Dice Casado que es una contraprestación -cuáles sería cuando era el PP cuando pactaba con los nacionalistas vascos-, pero su intencionada ignorancia vuelve a ser fácilmente desmontable.

El tercer grado de la etarra trasladada, Olga Sanz, le fue concedido gobernando el PP, y el de su pareja, Javier Moreno, lo aprobó el Gobierno Socialista pero con un informe hecho en abril, antes de la moción de censura. Sabiendo todo esto, la maquinaria popular ha salido a decir que se van a oponer “frontalmente”, con tal cinismo que hasta los familiares y asociaciones de víctimas han querido censurar tal oportunismo. Hasta el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, ha tenido a bien el dar su opinión acusando al PSOE de romper el consenso en los temas de Estado.

Estas cesiones y acercamientos los contempla la Ley, una norma que ha dado cumplimiento el gobierno socialista y cuyos tercer grado concedió Mariano Rajoy. Son ganas de utilizar el terror y la muerte de ETA para hacer regresar al redil a unos cuantos votantes. En la España de hoy va a hacer falta más originalidad e ingenio para marcar la agenda.

PD: Para no gustarle a Casado una foto, no veas como pone caritas.

elObservadorDCLM