Prostitución ¿legalidad o delito?

Lo han llamado "error de fondo en un acto administrativo" pero el caso es que se ha legalizado un sindicato llamado OTRAS y cuyas siglas corresponden a Organización de trabajadores sexuales que "desarrollará sus actividades en el ámbito funcional de las actividades relacionadas con el trabajo sexual en todas sus vertientes". 

A veces el trabajo administrativo, repetitivo y rutinario induce a estos errores; a decisiones generales faltas de matices. A generalizar situaciones que suelen ser excepcionales. Hay que recordar que el ejercicio voluntario de la prostitución en nuestro país no es ilegal, ni tampoco el establecimiento, gestión y dirección de empresas que tienen por objeto el enriquecimiento con la prostitución ejercida de forma voluntaria por otros, aunque falta la normativa que lo regule. 

Es tan fina la línea que separa lo legal de lo ilegal que su regulación obliga a buscar un amplio abanico de situaciones que puedan quedar dentro de la actividad o por el contrario dejarlas fuera. Están tipificados los delitos realizados por los proxenetas, la explotación y el tráfico de mujeres y por supuesto la violencia de género. Es difusa y difícil de probar (bajo amenazas) el delito tipificado en el Código Penal para el que "obliga" a ejercerla mediante engaños, mentiras o subterfugios. De la misma manera que lo es cuando se incita a ello y se aprovecha una situación de vulnerabilidad personal, sentimental o económica de la víctima, en cuyo caso si está tipificado como delito de la misma manera que el hecho de exigir a las personas trabajadoras del sexo, el cumplimiento de unas condiciones laborales gravosas, desproporcionadas o abusivas. Esto último es común denominador de todas las detenciones relacionadas con el tema en nuestro país durante los últimos años. 

Del ministerio salió, firmado por la directora general de Empleo, Concepción Pascual, la legalización del sindicato OTRAS, con la tranquilidad de que el cuerpo jurídico y administrativo habría revisado el fondo y la forma del mismo, pero falló lo primero.

 Un sindicato cuya legalización han pedido algunos de los responsables de APROSEX, una asociación de profesionales del sexo, que pide la cantidad de 1 euro de aportación para colaborar con la organización. Esa misma organización que oferta y desarrolla cursos sobre prostitución, talleres de idiomas e incluso de administración de finanzas, tal como ha publicado "El Español", pero que desde 2014 organiza talleres intensivos de 4 horas para dictaminar si se está preparada o no para ser prostituta, por el módico precio de 50 euros. Cursos impartidos por la presidenta de la asociación, una terapeuta sexual (y prostituta) y una psicóloga clínica. Un taller de 4 horas por 50 euros.

Países como Alemania, Suiza, Austria, Grecia, Hungría, Letonia, Turquía, Nueva Zelanda, algunos Estados de Australia y el Estado norteamericano de Nevada tienen legalizada la prostitución. Mientras que Suecia, Noruega, Irlanda, Francia e Islandia castigan a los clientes. 

En España se mueven más de 20 millones de euros de forma clandestina por la prostitución, en una amplia mayoría de los casos a costa de jóvenes latinoamericanas o de países del este que vienen engañadas con la promesa de ser modelos, que viven en condiciones lamentables esclavizadas, vendidas y escondidas en lugares ocultos. El cinismo de los clientes habituales se amplifica cuando sabemos que 72,8% opina que si una mujer se prostituye es porque de algún modo la obligan a ello a través del uso de la fuerza o a base de amenazas. El 93,9%  considera que la primera causa que empuja a una mujer a la prostitución es la pura necesidad económica, pero aun así siguen siendo clientes.

La maquinaria de la rectificación se ha puesto en marcha desde el Ministerio porque no se puede crear un sindicato profesional para una actividad cuya línea divisoria entre lo legal y lo ilegal es tan fina y delicada, sin antes buscar todos los matices  posibles.   

elObservadorDCLM