La bondad y la gratitud existen en cualquier lugar del mundo

Muchas veces pensamos que estamos faltos de memoria y no digamos de gratitud. En ocasiones olvidamos la existencia de personas que han dado parte o toda su vida para que los demás podamos reconciliarnos con el ser humano y con la vida. Pero siempre, como un destello, aparece de pronto una pequeña luz que se hace grande, inmensa y nos devuelve la fe. En la vida y en las personas. Para eso sirve en parte la memoria mientras pensamos que la gratitud debería convertirse en el principal valor de un ser que se considera humano.

“Sois el elemento humano que da nombre a nuestra especie, sin vuestra existencia seguiríamos siendo lo peor de nuestra naturaleza”. Son palabras del artista toledano Teo Puebla que ha presentado en Toledo el libro “Memoria y gratitud” junto a una exposición de cuadros que lleva el mismo nombre. Las palabras, el texto de comprensión, el agradecimiento a las personas que han pasado y pasan por este mundo dando mucho más que recibiendo, lo ha puesto Paloma Moratilla. Durante el acto, Ana Gómez, diputada de Cultura de la Diputación, también nos regaló unas palabras felices.

Impresionantes rostros, magníficos destellos de amor hacia ellos, los que luchan, los que regalan: Matilde Landa, Berty Albrecht, Espartaco, Juan de Padilla, Mariana Pineda, Martin Luther King, Gandhi, Rachel Corrie, Sophie Scholl, Ernesto “Che” Guevara y Víctor Jara.

No son todos los que están, dice Paloma, falta aquellos que lograron derechos y libertad para los pueblos como Nelson Mandela. Aquellos que renunciaron a una vida cómoda para ayudar a limpiar el camino de obstáculos a otros, como Vicente Ferrer. Son quienes compusieron acordes musicales para crear un himno a la paz, como John Lennon, pero ellos, los presentes en este libro fueron muestra de que la bondad existe en cualquier rincón del mundo.

Ese lugar fue en la tarde de este jueves el centro cultural San Clemente de Toledo donde Teo y Paloma entregaron su trabajo y desde luego su corazón para dejarnos una huella en nuestra memoria: en algunos casos existe la gratitud y esa es la mayor dosis de fe que puede depositarse en el ser humano.

Gracias.

elObservadorDCLM