Carlos Velázquez y los vividores de la política

En mayo del año pasado, el PP elegía a su nuevo presidente en Toledo. Carlos Velázquez pensaba que se merecía ese cargo. Siempre había seguido las directrices de Cospedal. Era en las Cortes unos de los diputados del PP que apoyaba con más firmeza sus recortes, especialmente en Sanidad. Cuando Cospedal llegó al Gobierno de nuestra región, Castilla-La Mancha estaba en el tercer puesto en calidad asistencial pública. Cuando se fue, habíamos descendido al decimosexto, ahora mismo ocupamos el sexto lugar. Velázquez no solo se distinguió por jalear esos recortes. Pensaba que, por su fidelidad y su trabajo, era el llamado para ser presidente del PP en Toledo. Sin embargo, Cospedal y Tirado apostaron por José Julián Gregorio, delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha. Gregorio también había realizado una buena tarea apoyando sin fisuras la política trasvasista del Tajo y la instalación del cementerio nuclear en Cuenca. Pese a que ostentaba un cargo institucional y políticamente neutral, Gregorio se distinguió también por sus insultos al presidente García-Page, a quien llamo “inestable mentalmente, capo de la mafia", "enemigo público número uno", "pequeño Artur Mas", "irresponsable en manos de irresponsables" o una persona "frívola, irresponsable y perdedora”.

Parece que los méritos de Gregorio fueron mayores que los de Velázquez y Cospedal decidió que el delegado del gobierno fuera el nuevo presidente del PP en Toledo en sustitución de otro notable, Arturo García-Tizón, presidente del PP de la capital regional durante diez años. Carlos Velázquez quedó relegado a un tercer puesto, el de coordinador y portavoz.

Se especula dentro de su propio partido que ahora que Velázquez se presenta como candidato para vengarse de aquella afrenta ya que todos los medios apuntan a que el favorito de Cospedal es el alcalde que si vive en Almansa, Paco Núñez.

LOS VIVIDORES DE LA POLÍTICA

No había insultado a Page tanto como Gregorio pero Carlos Velázquez se sintió ofendido ya que, además de apoyar los recortes en Sanidad, fue el principal apoyo de la presidenta cuando decidió llevar a cabo su pucherazo electoral, al realizar su segunda modificación en el número de escaños en las Cortes Regionales. En 2012, Velázquez apoyó la segunda modificación de la Ley Electoral de Castilla-La Mancha sin consenso alguno y también defendió la eliminación de los sueldos a los diputados, una medida que amparaba Cospedal en la crisis pero que en realidad pretendía disminuir la capacidad del grupo socialista ya que los diputados del PP se colocaron pronto con buenos sueldos en otros cargos de su administración.

Durante su memorable intervención en el pleno del 7 de septiembre, Carlos Velázquez dijo que la supresión de los sueldos de los diputados era “ejemplar”. Añadió que “en el Partido Popular queremos lo que quieren todos los ciudadanos de la región y de toda España: buenos profesionales y no vividores de la política".

EL MISMO DÍA QUE SE QUITÓ EL SUELDO A LOS DIPUTADOS, VELÁZQUEZ SE LIBERÓ EN EL AYUNTAMIENTO PARA COBRAR 40.000 EUROS

Sin embargo, el mismo día en que la Mesa de las Cortes fijó el nuevo régimen retributivo de los diputados regionales, Carlos Velázquez, con el voto exclusivo del PP y la oposición del resto de los grupos, decidió liberarse en el Ayuntamiento de Seseña y cobrar 40.000 euros de las arcas municipales. A esa cantidad había que sumar los otros 20 mil, en varios conceptos como diputado.

Esa “ejemplaridad”  no era nueva ya que Velázquez había cambiado su régimen retributivo en varias ocasiones desde su elección como alcalde en 2011. Empezó liberado ganando 47 mil euros, luego pasó a una media liberación con 30 mil euros al entrar en la Diputación Provincial de Toledo. Renunció a su sueldo al entrar como diputado en las Cortes ya que allí tenía dedicación exclusiva pero volvió a liberarse el mismo día en que ejemplarmente y como quieren los ciudadanos, Cospedal eliminó los sueldos y dejó únicamente las dietas a los parlamentarios de la región.

UN ARTÍCULO FULMINANTE

Había que echarle cara al asunto: llamar vividores de la política a los socialistas por querer cobrar sueldo en las Cortes y liberarse el mismo día que se aprobaba la medida. El asunto no pasó desapercibido en los medios nacionales. En el diario El País se publicó un artículo sobre Velázquez, firmado por Román Orozco que en su día fue reproducido en DCLM:

“A veces, algunos políticos tratan a sus electores como si fueran imbéciles a los que es fácil confundir con cuatro mentiras bien disfrazadas.

Ejemplo: el alcalde popular de Seseña (Toledo) ha variado en año y medio cuatro veces su estatus en la alcaldía, siempre en busca del puesto mejor remunerado.

Carlos Velázquez, el avispado alcalde, comenzó en julio de 2011 con dedicación exclusiva y un sueldo de 48.000 euros. Quince días después, se acogió a la dedicación parcial, para compatibilizar el sueldo de 30.000 euros, con otros 33.000 de diputado provincial. En enero de este año, renunció al sueldo de alcalde para cobrar el de diputado regional, mayor, claro: 51.000 euros.

En los últimos días del pasado año, ha vuelto a recuperar la dedicación exclusiva en la alcaldía, para cobrar 40.000 euros a los que, ahora sí, puede sumar unos 20.000 más como diputado regional. Porque tras la eliminación de sueldos de los diputados de Castilla-La Mancha, se puede compatibilizar ese cargo electo con cualquier otra actividad profesional. Una medida, por cierto, apoyada en su día por el portavoz del PP en el Parlamento andaluz, Carlos Rojas.

Total, en palabras de Dolores de Cospedal, la actividad de diputado la puede hacer cualquiera que tenga "un rato libre".

Los vaivenes salariales de Velázquez muestran a un personaje que no busca un puesto donde mejor servir al ciudadano, sino aquél en el que más le paguen. Sin embargo, en sus intervenciones públicas bramaba contra los "vividores" de la política. Que por supuesto son los socialistas.

El modelo Velázquez de hacer justamente lo contrario de lo que se dice está muy extendido entre nuestra clase política, en este caso la popular. Lo que es particularmente irritante para el ciudadano. Predican austeridad, pero para otros.

Dos ejemplos más de la vecina comunidad castellano-manchega que, al estar gobernada por Cospedal, también secretaria general del PP nacional, elevan la anécdota al nivel de categoría en el partido.

Cospedal ha sido la política mejor pagada de España. Entre 2009 y 2011 ingresó, según su declaración de bienes e ingresos, 623.826 euros, acumulando varios sueldos. Esa misma persona es la que ha decidido convertir a los diputados de su comunidad en mileuristas (955 euros al mes). Tras esa reforma, el presidente del Parlamento, el popular Vicente Tirado, presumía de estar al frente del "Parlamento más austero de España". Aunque curiosamente su sueldo ha crecido hasta los 82.137 euros, unos 4.000 más que el del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Este es Carlos Velázquez, el alcalde de Seseña que vive en el Polígono de Toledo y que acusaba a los otros de ser unos “vividores de la política”.

DCLM