La vergüenza de tener un compañero irresponsable

La salida del Gobierno de Carmen Montón, a pesar de haber realizado una impecable gestión en el Ministerio de Sanidad en tan solo 100 días, viene a demostrar cómo se debe actuar en política. Ni una sombra de duda para el Gobierno socialista mientras se aclara o no la situación de la ex-ministra. El comportamiento personal de un miembro del equipo de gobierno no debe lastrar una buena dirección política.

Algo podría aprender de esto Pablo Casado que no es un elemento más del equipo,  sino la cabeza visible de todo un partido político. La ciudadanía ya está cansada de sorpresas procedentes de la URJC y sigue la inercia de los memes que aparecen continuamente, en las redes sociales o las noticias  relacionados con los másteres de la universidad, porque es mejor reír que llorar. Pero cuando se lee que el presidente del Partido Popular revalidó 18 de las 22 asignaturas y para las cuatro restantes bastó con un simple trabajo, que según sus datos constaba de 92 páginas, pero que a la Universidad "no le consta que Pablo Casado entregara ese trabajo, ni haya ningún rastro de mails, correo postal o cualquier otra documentación que acredite la entrega" no puede evitarse el enfado.

Cuando un padre y/o una madre de familia hace verdaderos esfuerzos para pagar la matrícula de un máster a sus hijos, el desplazamiento al campus y en algunos casos la larga estancia, es inevitable hacer veneno en las venas pensado que hay quien con un trabajo bien remunerado y sin salir de casa puede engordar su currículum, comprobando que el algunos casos la reducción de días de vacaciones, los bocadillos o los autobuses no son necesarios porque los máster se regalan.

El escrito de remisión al Tribunal Supremo del expediente de Casado, debido a su condición de aforado, explica claramente que "ha quedado indiciariamente acreditado que este máster (de Derecho Público, coincidente con el de Cifuentes pero diferente al de Carmen Montón) se usaba como regalo a alumnos con una posición relevante en el ámbito político, institucional o que mantenían vínculos de amistad o de carácter profesional con el catedrático Álvarez Conde" ¿Cómo se pueden tolerar estas palabras por quien ha realizado verdaderos esfuerzos físicos, psíquicos y económicos? ¿Cómo distinguir después unos títulos de otros si todos ellos llevan la firma de la misma Universidad?

No es justo que los alumnos tengan que pagar tan alto precio tan solo por el error de matricularse en un determinado lugar. No es equitativo que se censuren todos los másteres de la URJC; aunque si es cuestionable en qué momento de sus vidas fueron conseguidos esos títulos y que cargo desempeñaban. "Dime quien eras cuando te matriculaste y analizaré la veracidad de su título de máster", pero no anulemos el esfuerzo de los alumnos que se levantan cada mañana para cumplir con su obligación, sometidos a la "vergüenza" de tener como compañero de estudios a aquellos irresponsables sin escrúpulos que aceptan másteres regalados, del resto ya se encargará la Justicia porque el precio-político, para algunos, no existe.

elObservadorDCLM