La partida de ajedrez del PP de Castilla-La Mancha

El tablero de ajedrez está desplegado y las fichas se están colocando. Como siempre, "blancas salen y ganan". El primero en situarse ha sido Francisco Núñez, presidente del PP en Albacete, acompañado de "la reina" Cospedal y los "alfiles" Guarinos y Robisco ambos diputados regionales por Guadalajara. Los "caballos": Cañizares diputado regional por Ciudad Real y Catalá diputado nacional por Cuenca. Las "torres": José Julián Gregorio, presidente del PP en Toledo y Prieto, presidente del PP en Cuenca. Detrás, en la fila de los peones se encuentran Serrano, alcalde de Albacete y Mariscal, alcalde de Cuenca.

Frente a ellos y con distinto color Carlos Velázquez, diputado regional por Toledo y alcalde de Seseña. Fuera del tablero y aún en la caja, esperando ubicarse en este o en otro diferente, Rosa Romero, diputada nacional por Ciudad Real. Antonio Román, alcalde de Guadalajara y Pedro García-Hidalgo concejal del Ayuntamiento de Cuenca.

El sonido de las piezas habla claramente de cuál es la situación en el Partido Popular de Castilla-La Mancha, liderado hasta ahora por María Dolores de Cospedal. La paz y la serenidad que pedía su hasta ahora presidenta no va a ser posible. Pero es que es difícil encontrar la paz con unos alumnos instruidos para hacer ruido. No hay sintonía en sus discursos ni siquiera objetivos comunes.

Francisco Cañizares dice en relación a Rosa Romero que "para ejercer de presidente del PP de Castilla-La Mancha es mejor estar en las Cortes Regionales que en el Congreso", claro “confirmando” la decisión de Cospedal de abandonar las Cortes Regionales para irse al Congreso, eso sí manteniendo la presidencia del PP. ¿Quiere Cañizares decirle algo a Cospedal?

GARCÍA HIDALGO EN FAVOR DE LOS AFILIADOS

García Hidalgo, quien por su parte se está pensando si presentarse a las primarias, describe con claridad cómo se puede sentir la militancia del partido cuando dice que "hay que liberar al afiliado" y que si se presenta su intención sería "contribuir a un partido en el que los afiliados tomen libremente las decisiones sin que nadie las tome por ellos". Hidalgo, que apoyó la candidatura de Santamaría, pudo ver vulnerado su derecho a opinar cuando los responsables regionales se decidieron por Casado en la votación final. Tal vez algo parecido a lo que ya le ocurrió en el pasado cuando, en la elaboración de las listas electorales, se impuso como cabeza de lista por Cuenca a Rafael Catalá, un auténtico desconocido en aquella tierra y en aquel momento. Hoy, tristemente conocido por sus salidas de tono y de lugar, así como por su insistencia en el ATC de Villar de Cañas.

ANTONIO ROMÁN CONTRA EL APARATO DEL PARTIDO

El alcalde guadalajareño por su parte mucho más directo "no cree en las candidaturas tuteladas ni en que 4 personas, porque sean presidentes provinciales del partido, deban decidir por todos los afiliados", afirmando que lo que hay que hacer es "cambiar las formas y a quien está tratando de orquestarlas". Su discurso va subiendo de intensidad e incluso llega a afirmar que "hay personas atemorizadas por otros que afrontan cargos de dirección". ¿Quiere decirnos algo Román? Hasta hoy la dirección del Partido Popular ha presumido de unidad por boca de su cabeza visible, que no es otra que Cospedal, durante todo este tiempo y por ello se criticó duramente la crisis socialista. Pero Román ha abierto la ventana diciendo que "solo sobra quien ha tratado de hacer una candidatura teledirigida y tutelada de arriba hacia abajo". Dejando a nuestro subconsciente la imagen mental de la responsabilidad.

Mientras se rellena de fichas el tablero de ajedrez, nos quedamos con las palabras del alcalde de Guadalajara que dice que estar dispuesto a dar un paso al lado como Rosa Romero, aunque ella aún no haya dicho nada. Las figuras de la otra caja aún dentro de la misma esperan, probablemente con muchos más peones que el tablero ya colocado. Solo nos queda saber quiénes son las blancas y quienes las negras.

DCLM